No le resultó muy difícil tomar prestado el acento español. El barcelonés, específicamente.

Llegó a la ciudad que acuna al club Barça en febrero de 2014. Comparte su tiempo completo y distracciones con atletas del país europeo. Todo ha confluido para que la cochabambina Karen Tórrez haya adquirido una pizca notable de aquel tono. Tampoco hace esfuerzos en ocultarlo. Parece brotar de forma natural desde su esencia netamente valluna.

Durante las últimas semanas tuvo que ajustar sus horarios de entrenamiento en el agua. Ahora practica al mediodía durante 120 minutos seguidos. La dosis se repite en la noche, como en una suerte de fiel rutina con la leyenda implícita: “prohibido desistir”.

Ello, dejando a un lado el hecho de que continúa madrugando, haciendo cardio y yendo al gimnasio para no perder la masa muscular que la ayudará a llegar al objetivo: las semifinales en los 50 metros libre de los Juegos Olímpicos Río 2016.

Entrará a escena con la marca B. No era lo más esperado. Desde que ingresó al centro del alto rendimiento de Barcelona, la Sirena del valle no perdió la chance de sumar la mayor cantidad posible de competencias para alcanzar una meta clara: el mejor registro que fuera capaz de plasmar, asumiendo el vendaval de retos que ello trae consigo.

Competirá exactamente el 12 de agosto. Al frente tendrá, por ejemplo, a la palestina Mary Al Atrash, quien no representa precisamente una amenaza para sus sueños de gloria. La nadadora logró el cupo junto a su delegación gracias a una invitación del Comité Olímpico Internacional (COI).

Karen sabe que la diferencia centesimal en la prueba podrá ser tan fina que necesitará estar concentrada. Solo así el deseo se despojará de su abstracticidad y tendrá una plusvalía concreta que luego se reflejará en la vitrina de su casa.

“La concentración debe ser perfecta. Quiero pasar las eliminatorias y llegar a las semifinales. Será difícil porque se trata de una prueba muy corta”. “Pero nada es imposible”, razona, abriendo así, de puerta a puerta, el paso a la esperanza que requerirá para ir detrás de su meta.

Karen tiene una marca de 25 segundos con 96 centésimas, según el entrenador Marco Ramírez.