Hace años que un Presidente se refiera a un ciudadano, ya sea para criticarlo o alabarlo, era un honor. Hoy es de terror. El Presidente, en vez de gran liberador y reconciliador, insiste en ser vengador y separador. Ha señalado que antes yo era su amigo, que militaba en el POR, pero que ahora soy un tránsfuga y conspirador. Me relaciona con CNN y Carlos Valverde, en un supuesto plan de conspiración, a propósito del bullado caso Zapata. La conspiración de la que yo sería parte se basa en un tuit que publiqué el 9 de mayo: “CNN, pondrá a los bolivianos en un rincón. Estar atentos”.

Sobre la amistad, estoy convencido de que amigos como los que él ahora desprecia le serían muy útiles. Cuando éramos amigos, nos unían ideales como los de Nelson Mandela, que decía: “Me gustan los amigos que tienen pensamientos independientes, porque suelen hacerte ver los problemas desde todos los ángulos”.

Viendo el camino que Morales tomaba, en 2011 escribí el artículo “Evo Presi, Evo amigo: ¡Ya no más odio!”. Ahí le decía: “No sé si estas breves líneas las leerás alguna vez, pero no importa. Las escribo porque quiero sacarme un nudo que me ahoga en la garganta, un dolor que me atormenta el corazón. Y ese nudo y dolor son provocados por ver cómo invertimos tiempo, energías, dinero y capital humano en sembrar dudas, odio y revanchismo (…). Jefazo, como te dicen tus adláteres, no alientes más la confrontación”.

Es un absurdo internacional el querer enjuiciar a Fernando del Rincón de CNN por una noticia jamás publicada y, peor, meterme en una supuesta acción desestabilizadora. Lo cierto es que, por el trabajo de análisis sociopolítico que hago, en aquella fecha estaba tan preocupado por otra cosa, que lo de Zapata no era mi prioridad. El 6 de mayo, Argentina decidió comprar gas a Chile, país al cual nosotros no quisimos venderle ni una molécula de gas y que se convertía en exportador de gas. Me pasaron el dato de que CNN estaba haciendo una investigación sobre la perforación de pozos de gas en Bolivia. Producto de su reportaje, que involucraba a Argentina y Brasil, demostraría que el sueño boliviano de convertirnos en el centro energético de América del sur se esfumaba por decisiones mal tomadas y descuido en las inversiones. Ese es el sentido de mi tuit. Por eso, en un juego de palabras, hablo de que, de querer ser el centro, las malas inversiones y falta de visión pondrán a los bolivianos en un rincón. Esto era y es grave, porque pone en riesgo nuestras principales fuentes de ingresos. Son estos los temas que deben importar, y no detalles de una vida amorosa que el Presidente tuvo y se aferra en negar.