Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 09:45

LA SELECCIÓN DE GARETH BALE NO NECESITÓ MARCAR Y PASÓ AYER A LA SIGUIENTE INSTANCIA GRACIAS A UN GOL EN CONTRA DEL NORIRLANDÉS MCAULEY (1-0). EL MADRIDISTA FUE LA FIGURA DEL COTEJO.

Gales recibe un regalo de arriba y está en cuartos

Gales recibe un regalo de arriba y está en cuartos



Un gol en propia meta del veterano defensa norirlandés Gareth McAuley permitió a Gales clasificarse ayer para los cuartos de final de la Eurocopa francesa y detuvo en seco la aventura de sus rivales británicos.

Si en el referéndum de hace tres días para la salida del Reino Unido de la Unión Europea los galeses mayoritariamente a favor del brexit y en Irlanda del Norte se impuso el no, la ley del fútbol decretó que fueran los primeros quienes siguieran en Europa en el primer duelo de la historia a eliminación directa en una competición importante entre dos naciones británicas.

Los de Gareth Bale se beneficiaron de un desafortunado tanto en propio arco de su homónimo McAuley, que despejó a las mallas de su portero un buen centro al área pequeña del jugador del Madrid, cuando acechaba Robson-Kanu.

Fue el epílogo de un partido trabado, denso, poco fluido y de pocas ocasiones de gol, un homenaje a un fútbol a la británica pasado de moda a este lado del Canal de la Mancha, en el que los galeses propusieron más y los norirlandeses dispararon más veces entre los tres palos.

Por primera vez en esta Eurocopa, Bale se fue sin marcar, pero el madridista fue elegido el hombre del partido en una jornada histórica para su país.

El empate no hubiera sido injusto entre dos selecciones que decidieron homenajear a los tiempos en los que en el Parque de los Príncipes de París se disputaba el Cinco Naciones de rugby.

Es seguro que ninguno de los dos se quejará del estado del césped del estadio parisiense porque apenas usaron el verde para jugar el balón.

En el envite, los de Chris Coleman pusieron un poco más de control, consecuencia lógica de tener en sus filas jugadores de más quilates, frente a un Michael O´Neill que siguió apostando por el juego directo, los balones al área, una propuesta que le había metido por vez primera en los octavos de final de la Eurocopa como la peor de las terceras

Los galeses, debutantes también y que nunca antes habían conocido una fase tan avanzada de una competición grande, buscarán una plaza entre los cuatro mejores de Europa ante el vencedor del duelo de hoy entre los combinados de Hungría y Bélgica.

Irlanda del Norte dispuso de las dos mejores ocasiones del primer tiempo. En el minuto 12, Bale dirigió un centro al área que Ramsey trató de rematar de tacón, imitando a Cristiano Ronaldo, pero que no acertó a tocar.

El nerviosismo comenzaba a apoderarse de los galeses. Bale se convirtió en un cuchillo por la izquierda y Ramsey, con sus centros, obligaba a reculara a los norirlandeses.

En ese contexto llegó el gol a los 75 minutos, la apoteosis en el fondo norte, donde estaban los galeses y el despertar del sueño en el que poblaban las camisetas verdes de los norirlandeses.