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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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La gripe AH1N1 aumenta en América Latina

La gripe AH1N1 aumenta en América Latina

La gripe AH1N1 apareció en 2009 en Estados Unidos y México. En esa época, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó una alerta de pandemia. El virus mató a 18.500 personas en 214 países hasta 2010.

En lo que va de 2016, no solo ha cobrado vidas en Bolivia, sino que silenciosamente está matando en los países de América Latina, entre otros. Se supone que esto está ocurriendo con mayor fuerza en esta época del año en que las temperaturas caen; aunque en algunas naciones agarró de sorpresa a las autoridades en salud porque se considera la de este año una aparición temprana del mal.

En lo que va de la gestión, el Ministerio de Salud de Brasil sumó 71 fallecidos por gripe AH1N1, 35 más que el total registrado en 2015. La mayoría sucedió en Sao Paulo. En Río de Janeiro, que recibe los Juegos Olímpicos del 5 al 21 de agosto, se reportaron tres casos y un fallecido.

Hasta mayo de 2016, la Argentina ya había sumado 25 muertos. La influenza atacó en Jujuy, Salta, Santa Fe, Córdoba, Río Negro, Tucumán y Gran Buenos Aires, donde se contabilizaron unos 11 fallecimientos por afección de las vías respiratorias dañadas por el virus. Desde los organismos sanitarios precisaron que ninguno de los difuntos estaba vacunado y recomendaron que la gente lo haga cuanto antes.

Carla Vizzotti, médica y directora Nacional de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles del Ministerio de Salud de Argentina, explicó que los síntomas suelen aparecer a las 48 horas de efectuado el contagio y suelen manifestarse con fuertes dolores musculares, decaimiento y fiebre. "El resfrío común no es gripe A, que da dolor muscular, decaimiento, fiebre y se previene con la vacuna para evitar las complicaciones del virus. Es imposible que la vacuna produzca la enfermedad porque está inactivada. Eso es un mito. La vacuna tarda entre 10 y 15 días en producir defensas. Si nos vacunamos ahora vamos a estar protegidos el resto del año".

En Perú, hasta la primera semana de junio, 67 personas habían fallecido por la circulación del virus AH1N1. De esa cantidad, Pichincha registra el mayor número de decesos con 31. Le siguieron Manabí y Chimborazo, con ocho. El Ministerio de Salud Pública (MSP) señaló que actualmente existe una tasa de letalidad por esa enfermedad del 11 por ciento . A escala nacional, “el 61 por ciento (41) son hombres, todos los casos presentaron cuadro de infecciones respiratorias agudas graves y llegaron tardíamente a un hospital en relación a la fecha de inicio de síntomas entre 3 y 4 días”, señala el último reporte del MSP.

En el caso boliviano, si bien la vacunación empezó hace semanas, lo cierto es que inicialmente la misma estuvo solo destinada a menores de cinco años y adultos mayores, lo que a todas luces no parece haber sido una buena idea; aunque después rápido se salió a anunciar que, en realidad, aquellas personas delicadas que hubiesen tenido alguna enfermedad de base debían acudir a los centros médicos para hacerse vacunar.

Ahora, esa medida no parece suficiente porque hasta el día en que murieron cuatro personas en Cochabamba, no todas eran ni menores de cinco años ni adultos mayores, habían sido dispuestas medidas para aquellos lugares de concentración masiva de gente como son los centros educativos.

Lamentablemente, en el caso de los colegios, las autoridades en salud y en educación no tomaron previsiones. El último martes, el responsable de Epidemiología del Servicio Departamental de Salud, Rubén Castillo, anunció que dentro de 15 días iniciarán visitas a los establecimientos educativos para entregar cartillas, eso significa que estaríamos hablando del 29 de junio, dos días hábiles antes de que empiecen las vacaciones invernales. ¿Tiene algún sentido tal anuncio?

Ojalá las autoridades en salud se movieran con mayor rapidez.