Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 11:53

Preocupante número de divorcios

Preocupante número de divorcios
Preocupante… Los divorcios en el país han aumentado en un 69 por ciento en un solo año. En 2014 se emitieron 9.788 partidas de divorcio, mientras que en 2015 el dato subió a 14.268. Esto significa que el 2014 se registraron 27 divorcios por día; mientras que el 2015 se incrementó a 39 separaciones y la tendencia al alza se mantiene este año. El 50 por ciento de la gente que se divorcia son jóvenes que conviven menos de cinco años.

Tomando en cuenta que el grupo humano más pequeño en una sociedad es el de la familia, conformada por un padre, una madre y los hijos, esta problemática estaría directamente atentando contra este núcleo vital con las inmediatas consecuencias que ello origina, sobre todo en el presente y futuro de niños que son fruto de esas relaciones fallidas.

Si un matrimonio y luego un divorcio únicamente tocaran la puerta de los que contrajeron un día matrimonio, no habría, tal vez, tanto problema; pero a los cinco años de casada, normalmente una pareja tiene entre uno y dos niños que quedan bajo la custodia, en la mayoría de los casos, de la madre.

Las mujeres que quedan a cargo de uno o dos hijos deben trabajar, preocuparse por la educación y alimentación de estos, con suerte con el apoyo económico del varón que probablemente abandonó el hogar y, si hay más suerte, con la presencia de este a la hora de acompañar a los pequeños en sus diversas labores cotidianas o de fines de semana.

Uno de los fenómenos que estaría posibilitando mayor cantidad de divorcios tiene que ver con la implementación del Nuevo Código de las Familias que reduce el tiempo y costo del trámite, dando, además, la posibilidad a la pareja de no buscar más causales para la separación que simplemente no haber podido entenderse y punto.

Lo triste de este asunto son los efectos en los hijos de quienes se divorcian y al respecto se ha estudiado y escrito mucho en el mundo, incluso sobre aquellas consecuencias en niños muy pequeños como podría ser este el caso tomando en cuenta que los jóvenes que se divorcian lo hacen después de haber convivido cinco años, lo que significa que los pequeños que tienen son de corta edad.

Entre dichos efectos están conductas regresivas como orinarse en la cama, succionar el pulgar, hablar como bebé o portarse mal. También se presenta el miedo al abandono o a que los padres dejen de quererlo a uno y temor al rechazo. Algunos pequeños andan todo el día enojados y golpean o rompen juguetes, además de presentar signos de baja autoestima. No faltan los que se sienten culpables de la ruptura y hasta imaginan que en cualquier momento sus padres se volverán a unir.

Frente a tales problemas, es importante que los padres divorciados abracen seguido a sus hijos cuando los ven y les aseguren una y otra vez que los quieren y los querrán toda la vida. También es vital que les digan que no son causantes de la separación de sus padres. Y deben tratar de escucharlos y ser comprensivos y tolerantes. Primordial no hablarles mal del otro padre ausente. No deben ser usados como espías o mensajeros ni pedirles información sobre lo que el padre o la madre hace fuera de la casa, menos involucrarlos en las peleas.

Es probable que, tomando todos los cuidados del caso y dándoles mucho amor, los hijos de padres divorciados puedan tener una infancia y adolescencia menos disfuncional para asegurarles un buen futuro con calidad de vida. Sin embargo, no es fácil porque esto requiere, sobre todo, de cierto grado de madurez en quienes se divorcian, lo que no siempre se da en personas que aún son bastante jóvenes. Por eso, ojalá las parejas pensaran más a la hora de optar por el matrimonio porque aunque existan facilidades para divorciarse, las consecuencias de tales decisiones siempre serán de alto riesgo, sobre todo para los hijos.