La madrugada de ayer un accidente de tránsito ocasionó la muerte de dos personas que dormían en la avenida Blanco Galindo, debajo del Viaducto de la avenida Melchor Pérez de Olguín. Los fallecidos eran parte del grupo de personas con discapacidad que se moviliza desde enero en demanda de un bono de 500 bolivianos por mes.

Se expusieron por 135 días en las calles, en las carreteras, se colgaron de los puentes, se arrastraron por las avenidas, clamaron ser escuchados por el Gobierno y siempre recibieron la misma respuesta: el bono de 500 bolivianos que piden no es viable. Hubo tres intentos de diálogo con el Gobierno, pero siempre se rompían porque los ministros se negaban a tocar el tema de la renta mensual.

Angélica Peñaloza y Joaquín Quiroz murieron instantáneamente. Angélica dejó en la orfandad a una niña de 11 años y a un joven con discapacidad mental que se alberga en el centro María Cristina. Joaquín dejó a un niño de cinco años.

Cinco personas resultaron con heridas de las que tres son atendidas en la clínica Morales, una niña en el Pediátrico, todas con fracturas y golpes, y la quinta pidió alta solicitada.

Habían retomado las movilizaciones el lunes. Se instalaron en el Viaducto y hace dos días trasladaron su reclamo a la clínica Los Olivos, que se encuentra a una cuadra de distancia, porque allí el presidente Evo Morales se recupera de una cirugía en la rodilla.

En el Viaducto empezaron el velorio.

Las dos personas muertas serán sepultadas el sábado. Los dirigentes anunciaron que reforzarán las movilizaciones.