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  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
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Estrategia detrás del “cártel de la mentira”

Estrategia detrás del “cártel de la mentira”
Si el domingo último el presidente Evo Morales y algunos de sus seguidores no hubiesen dicho palabra alguna sobre el “cártel de la mentira”, su estrategia no hubiese quedado al descubierto.

La semana pasada, el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, acusó a ANF, Página Siete, El Deber y Erbol de formar parte del “cártel de la mentira” y complotar contra el Gobierno del presidente Evo Morales para que no tuviese opción de postularse nuevamente a la Presidencia.

Ese día, Quintana lucía furioso, convencido de cada palabra, cada verbo y, sobre todo, cada adjetivo de denostación: “mentirosos” fue el término que por momentos pareció más leve, menos duro. Coherente, al hilo, ayudado por imágenes con las que intentaba tejer una historia verosímil, el ministro, al que actualmente parecen perseguir dos palabras por donde va, “Mi rey”, atacó con todo.

Minutos, horas y días más tarde, quienes fueron atacados dijeron sentirse alabados por autoconsiderarse lo mejor del periodismo, tal vez los más grandes investigadores del caso Zapata. Fue una reacción muy distinta a la que el actual Gobierno causaba hace muchos años cuando el atacado se amilanaba, sentía mal e intentaba enviar una carta de protesta. Esta vez nadie parecía sentirse en lo más mínimo atacado.

Algunos masistas reaccionaron en las redes a favor del Presidente y en contra de los “mentirosos”. Eso fue hasta el fin de semana porque, entonces, dos personas descubrieron al hablar las que podrían ser las verdaderas intenciones que se ocultan tras la acusación de “cártel de la mentira”.

El presidente Evo Morales aseguró la noche del sábado, en Caracas (Venezuela), que en Bolivia se derrotó en la última batalla a "la mentira, calumnia e infamia", en relación al caso del supuesto tráfico de influencias y la existencia de un hijo con la exgerente de la empresa china CAMC, Gabriela Zapata. "En Bolivia derrotamos, en la batalla política, el golpe de Estado, el referendo… derrotamos en la batalla económica; y, ahora, derrotamos, en la última batalla, la mentira, la calumnia, la infamia, gracias al pueblo boliviano".

Luego, el Presidente lamentó el rol que jugaron los medios de comunicación que ocasionaron una confusión en la población en días previos a la realización del referendo del pasado 21 de febrero, en el que la opción del No ganó por un porcentaje mínimo. "Lamento mucho: algunos medios de comunicación siguen tergiversando. Algunos medios de comunicación o redes sociales tratan de confundir al pueblo boliviano. Estamos convencidos que la mentira no dura. Ahora los que votaron por el No el 21 de febrero en el referendo están arrepentidos, se sienten engañados por la derecha boliviana".

Qué curioso, ese fue el mismo discurso del Ministro de la Presidencia y luego de un cercano, Hugo Moldiz, quien luego de llamar “perros” a los periodistas, dijo a radio Panamericana:"Una sola vez se capa al toro, una sola vez. Esta estrategia de la mentira y la manipulación (...) evidentemente impidió la victoria de Sí en el referéndum constitucional de febrero".

Ahí está la estrategia: se quiere hacer creer que por culpa de los “mentirosos” del “cártel de la mentira”, la población se confundió y votó por el No; sin embargo, ahora que el Gobierno está destapando a tales personas con nombre y apellido, ¿qué viene después?

Es evidente que el Gobierno quiere hacer creer a la población de que por culpa del “cártel de la mentira”, terminó confundiéndose con respecto a lo que en verdad quería y, por ello, votó por el No. Todo apunta a que este será uno de los argumentos que el entorno de Evo Morales decidió usar para activar la posibilidad de llamar a otro referendo con la finalidad de postular a Morales nuevamente a la Presidencia.