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  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
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Michel Temer es el Presidente de Brasil en funciones

Michel Temer es el Presidente de Brasil en funciones

Nadie esperaba sorpresas y no las hubo. Como estaba previsto, la mayoría del Senado brasileño votó a favor de iniciar un juicio político contra Dilma Rousseff y apartarla temporalmente del poder. Concluye así un ciclo que comenzó con la elección de Luiz Inácio Lula da Silva en 2002 y se abre una nueva etapa liderada por Michel Temer, vicepresidente y ahora presidente en funciones.

Entre el sindicalista Lula y la exguerrillera Dilma, el Partido de los Trabajadores (PT) ha ejercido el poder durante más de 13 años. Cuatro mandatos conquistados de forma consecutiva en las urnas y sólo interrumpidos por un turbulento proceso de impugnación (o impeachment) en el Congreso Nacional.

Durante los debates en la Cámara de los Diputados y el Senado, los aliados de la presidenta criticaron la tramitación parlamentaria como un “golpe”. En cambio, sus rivales defendieron que el mecanismo es una forma de “devolver el poder al pueblo”. Dilma fue reelegida con el 51 por ciento de los votos en 2014, pero hoy los sondeos indican que más del 60 por ciento rechaza su gestión como “mala” o “pésima”.

En la práctica, la admisión del impeachment significa la entrada de un gobierno de transición dirigido por el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB). Una formación poco definida ideológicamente y que cuenta con el mayor número de afiliados, senadores, diputados, gobernadores y alcaldes en todo el país.

Cambio de mando

Será la tercera vez que los peemedebistas, como son conocidos, llegan al Palacio de Planalto. Y siempre de forma indirecta. José Sarney (1985-90) asumió el poder tras el fallecimiento del presidente electo en vísperas de la investidura, mientras que Itamar Franco (1992-94) llegó al cargo por medio de un impeachment, igual que ocurre ahora con Michel Temer.

En las urnas, sin embargo, al PMDB históricamente no le ha ido tan bien. Tanto en 1989 como en 1994, sus aspirantes a la Presidencia de la República cosecharon menos del 5 por ciento de los votos. Desde entonces, el partido no ha vuelto a lanzar candidato propio, sino que se ha limitado a apoyar a los nombres presentados por otras siglas.

En cambio, sus dirigentes están acostumbrados a presidir una o ambas cámaras del Congreso durante largos periodos y también suelen ocupar un espacio destacado en la Explanada de los Ministerios en Brasilia. Es precisamente esa característica la que mejor define al PMDB: su capacidad de estar siempre en el poder, de una forma o de otra. Sus líderes son camaleones políticos, capaces de adaptarse a gobiernos de diferentes colores e ideologías.


Sirve como ejemplo el caso del senador Romero Jucá, quien ha sido líder parlamentario de los últimos tres gobiernos: primero con Fernando Henrique Cardoso, del centrista PSDB, y después con Lula y Dilma, del izquierdista PT. Ahora, como no podía ser de otra forma, ejerce de portavoz informal de Temer y suena como ministro en el nuevo Ejecutivo.

El propio Temer, antes de ser vicepresidente, presidió la Cámara de los Diputados tanto en la época de Cardoso como en tiempos de Lula. Ahora, tras cinco años como discreto número dos, afronta el doble reto de reconducir la economía en plena recesión y disipar las dudas sobre su legitimidad. Según sondeos recientes, la mayoría de los brasileños preferiría votar en unas elecciones anticipadas en lugar de esperar hasta 2018, como está previsto.

“Aunque la mayor parte de la población rechace a Temer, apostamos que habrá una razonable tolerancia y buena voluntad por parte de la opinión pública y cierta euforia del mercado con relación al nuevo gobierno, especialmente debido al grave estado de la crisis económica y del deseo generalizado de superarla”, explica el politólogo Marcelo Issa, director de la consultora Pulso Público en São Paulo.

"Base de apoyo"

“En el ámbito político, la sustitución en el ejecutivo puede restablecer una base de apoyo en el Congreso Nacional que garantice condiciones suficientes de gobernabilidad, mediante la formación de una coalición de partidos de centro, centro-derecha y derecha”, añade Issa

Debido a las peculiaridades de Brasil, con más de una veintena de partidos de representación nacional, es habitual que formaciones políticas aparentemente muy distintas se alíen para sumar sus fuerzas en el Legislativo y repartirse cargos.


De esa nueva alianza entre el PMDB y otras siglas diversas se esperan medidas de austeridad y ajuste fiscal para reequilibrar las cuentas públicas, así como propuestas de corte liberal que podrían incluir privatizaciones. Desde el punto de vista social, Temer ha prometido públicamente que no recortará los programas de redistribución de renta puestos en marcha por los Gobiernos anteriores. Sus propuestas concretas aún están por definir en los próximos días.

Para Rafael Cortez, analista de la consultora Tendências en São Paulo, “el poder de agenda y de nombramiento de los puestos ministeriales reforzará el apoyo a la Administración de transición” dentro del Parlamento. Aunque advierte: “La interrupción del mandato presidencial [de Dilma] no resuelve la actual crisis política”.

Por delante quedan meses de agitación política e incertidumbre económica, con los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro cada vez más cerca. El próximo 5 de agosto será la ceremonia de inauguración en el estadio de Maracanã.