Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
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LA HERMANA DEL ASESINADO YASMANI FLORES POQUIVIQUI DENUNCIA QUE LOS TESTIGOS CAMBIARON DE VERSIÓN Y SE ESFUERZAN EN REPETIR QUE EL ÚNICO DETENIDO POR LA MUERTE “ES INOCENTE”.

Crimen por extravío de droga está en riesgo de quedar impune

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Testigos de la persecución y las amenazas de muerte sufridas por Yasmani Flores Poquiviqui, antes de ser asesinado en Bulo Bulo, cambiaron sus declaraciones iniciales y recalcaron, casi de manera uniforme, que el único detenido como sospechoso del crimen “es inocente”. La hermana de la víctima cree que los testigos fueron intimidados y teme que el imputado sea liberado.

Todo comenzó en julio de 2015. Yasmani Flores Poquiviqui tenía 21 años, estaba casado, tenía dos niñas pequeñas y era uno de los dueños de un terreno en Bulo Bulo donde cultivaba plátano. Según el testimonio de su esposa, en entrevista con OPINIÓN en diciembre de 2015, una mujer T.Ch. le pidió a su marido que le alquile parte de su terreno por unos cuatro días, para fabricar droga. Flores aceptó por temor, pues la mujer y su esposo serían peligrosos.

La pareja de presuntos traficantes trabajó en el terreno durante tres días, a fines de agosto y habrían fabricado 22 kilos de cocaína. Pero al cuarto día hicieron llamar a Yasmany Flores y le dijeron que 14 de los 22 kilos habían desaparecido. Lo culparon del “extravío” y lo amenazaron de muerte si no los devolvía. Por varios días lo persiguieron en dos carros e intentaron secuestrarlo. Fueron a denunciar a la Policía de Bulo Bulo, pero los agentes les dijeron que vayan a Umopar. El 10 de septiembre, Yasmani fue a su chaco con su amigo para cosechar plátano. Al despedirse al mediodía, el amigo vio que Yasmani era obligado a subir a un Toyota Noah blanco, cerca del río Hondo, y que se lo llevaban hacia el lado de Yapacaní. Su familia lo buscó, pero nadie sabía nada. Su hermana lo llamó al celular y él le contestó llorando, pero puso una excusa. El 11 de septiembre los asesinos llamaron a la familia para que fuera a recoger el cadáver de Flores. El había sido torturado durante horas. Tenía el cuerpo cubierto de hematomas y heridas, además de huellas de estrangulamiento, pero el protocolo de la autopsia certifica que murió por un trauma toráxico cerrado y hemorragia interna. Uno de los sospechosos identificados por la hermana, la esposa y el amigo de Yasmani fue aprehendido. Sin embargo, dos de ellos se retractaron de sus declaraciones y coinciden en afirmar que sindicaron a E.D.R. por rumores. “Culpé de manera indebida a E.D.R y T.Ch porque estaba desesperado y quiero desmentir todo lo que dije”, sostuvo su amigo. La esposa de Flores, que en este diario confesó estar aterrorizada por la reacción de los traficantes, también declaró a favor de la pareja sospechosa. “La muerte de mi hermano quedará impune”, lloró la hermana.

Súbito cambio

La hermana de la victima cree que los testigos fueron amedrentados y pidió que la Fiscalía no deje impune el caso.