Ana María Quispe Flores pasó a formar parte de la lista de mujeres asesinadas en Cochabamba por personas de su entorno cercano. Ella se convirtió en la novena víctima de la violencia machista en la Llajta, confirmó ayer el comandante departamental de la Policía, coronel Luis Aguilar.

El feminicidio ocurrió la noche del domingo 8 de mayo en una casa de la OTB Marevi, Chimba Sud, cerca del kilómetro 4 de la avenida Capitán Víctor Ustáriz. Los vecinos escucharon que Ana María Quispe y su concubino Nelson C. discutían aparentemente en estado de ebriedad.

La discusión se tornó violenta y Nelson C. tomó un cuchillo de cocina e hirió de gravedad a su pareja en el muslo derecho. La mujer perdió sangre rápidamente porque el ataque logró cortar una arteria principal. Al verla morir, Nelson C., de 45 años, se dio a la fuga.

Cuando la Policía llegó, convocada por los vecinos, halló sobre la cama a dos bebés gemelos, de siete meses, que no cesaban de llorar. Sin embargo, los familiares de Ana María aclararon que el hombre que la mató no era el padre de las criaturas.

Los hermanos de la víctima contaron que ella era comerciante y que vivía en La Paz junto a sus otros tres hijos, adolescentes de entre 15 y 17 años. No le fue bien en sus relaciones de pareja, pero era una madre dedicada y esforzada.

No saben cómo conoció a Nelson C. pero decidió darle una oportunidad y éste le insistió en que se viniera a vivir con él a Cochabamba, hace unas semanas. Uno de los hermanos relató que los restos de Ana María serán trasladados y enterrados en la ciudad de La Paz.

En Cochabamba, entre el 1 de enero y el 8 de mayo de 2016 fueron asesinadas nueve mujeres. Seis de ellas en Cercado, dos en Sacaba y una en el Valle Alto (Toco, Cliza).

En cinco de los casos, los autores de los feminicidios fueron aprehendidos por la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia y están detenidos preventivamente en distintas cárceles, a la espera de su juicio oral. En un caso, el feminicida se suicidó luego de matar a su pareja y en tres hechos, los autores lograron darse a la fuga y son buscados por la Policía.

En cuanto a la relación de las víctimas con sus agresores, cuatro eran sus parejas o esposos. Uno de los feminicidas era expareja de la víctima y en otros tres casos, los presuntos criminales son el hermano, el yerno y el hijo. Por último, en el caso del Valle Alto, los implicados son 22 pandilleros del grupo Wender Rap, quienes violaron y asfixiaron a una adolescente en medio de un ritual de iniciación.

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Niños y adolescentes quedaron huérfanos luego de que sus madres fueran asesinadas este año. Las secuelas psicológicas en estos menores son profundas. varios de ellos fueron derivados a un hogar porque sus padres están encarcelados y no cuentan con familiares que puedan hacerse cargo. 

FEMINICIDIOS EN COCHABAMBA 2016