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  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
  • Actualizado 20:06

ALCALDÍAS DEL VALLE ALTO Y EL VALLE CENTRAL CUENTAN CON ÁREAS EN LAS QUE LOS RESIDUOS NO TIENEN TRATAMIENTO. ALGUNAS AVANZAN EN MEJORAS.

Cinco municipios echan la basura en botaderos precarios sin clasificación

Cinco municipios echan la basura en botaderos precarios sin clasificación



Hay cabezas de ganado muerto, bolsas con desperdicios, verduras echadas a perder, otros residuos, por montones a cielo abierto, y un olor desagradable.

En Tiquipaya, en el Valle Central de Cochabamba, la basura se echa en un hueco gigante. Al lado hay otras dos celdas llenas. Los perros merodean la zona. Hay mujeres que separan los residuos que pueden para poder echar en la celda solo lo que ya no es orgánico o no se puede reciclar.

Así como en Tiquipaya, cuatro municipios más, Colcapirhua, Villa Rivero, Punata y Cliza echan la basura en botaderos precarios, sin clasificación de residuos y con poco tratamiento. Las autoridades reconocen la necesidad de mejorar las condiciones.

En Tiquipaya, el vertedero está entre dos quebradas y a menos de un kilómetro del acceso al centro poblado, en la zona del parque metropolitano Khora.

El director de Residuos Sólidos de la Alcaldía, Richard Orellana, manifiesta que lo que hay “es un botadero, no un relleno porque no se da cobertura diaria”.

Las celdas deben acopiar desechos durante ocho años, pero si no se separa los residuos, la capacidad se reduce a dos años.

Orellana reconoce que la ubicación es mala pero, es el único espacio que tienen. Aunque, asegura que existe un sistema de captación de lixiviados para evitar la contaminación.

Tiquipaya, con más de 53 mil habitantes, genera al día entre 38 y 40 toneladas de basura.

Hay ocho rutas de recolección. Cuenta con un carro compactador y vehículos para el recojo de basura de empresas, además de dos volquetas que requieren mantenimiento.

“Uno de los vehículos hace una recolección diferenciada en dos rutas. Los lunes y viernes recogemos orgánicos, martes residuos no aprovechables y los miércoles, cada 15 días, se recolecta los residuos reciclables. Necesitaríamos más vehículos para todo el municipio”.

Al no contar con otro lugar para echar los desechos, Tiquipaya espera que se ejecute el proyecto del eje metropolitano. En la actualidad están en etapa de saneamiento para el cierre “en unos años más”.

VALLE ALTO En Villa Rivero un tractor que jala una chata es el que traslada los desechos a su botadero. Realiza tres viajes al día y lleva la basura de una población de alrededor de 8 mil habitantes, menos del 2 por ciento de la población del municipio de Cochabamba.

El asambleísta departamental por la provincia Punata, Omar Delgadillo, explica que se genera más basura en los días de feria.

“No hay carro basurero y se dan modos para trasladar la basura hasta su relleno sanitario”.

En el caso de Punata, el secretario general de la Alcaldía, Gustavo Angulo, reconoce que el tratamiento que se le da a los residuos sólidos no es el que debiera, como ocurre en otros municipios de su región.

“No se hace la clasificación, se recoge obsoletamente la basura, se almacena, se entierra y ese tratamiento tal vez no es el más adecuado”.

Punata tiene más de 28 mil habitantes. Cuenta con dos carros basureros. Hay un relleno en el distrito 2 zona de Pucara, a tres kilómetros y medio al lado este del centro poblado.

Estima que los martes de feria, se genera entre 90 y 100 toneladas de basura y los demás días unas 60.

Como municipio tiene en marcha un proyecto para implementar una planta de basura que permita la generación de energía a través del biogás.

El 29 de abril pasado firmaron un convenio con la empresa americana IRG, que invertirá 359 millones de bolivianos. Realizará un estudio en tres meses y el proyecto se implementará en 14. Está previsto que la misma empresa administre el recojo, acopio y manejo de los residuos durante 25 años y luego se delegue la administración a la Alcaldía.

El secretario general de la Alcaldía de Cliza, Limbert Vargas, expresa que en su municipio solo trabajan con la basura orgánica para el compostaje y que el resto de los desechos va, sin clasificación, a un vertedero.

En este municipio viven más de 21 mil personas. Cada día se recoge entre 25 y 32 toneladas de residuos que se depositan en la zona de Pilikocha, a unos nueve kilómetros del área que concentra más gente.

Se trata de una zona alejada, no poblada y, además, en tierras no aptas para la producción.

Existe una zonificación y el recojo se realiza en los barrios pasado un día. Este municipio cuenta con carros basureros y prevé adquirir más unidades.

La Alcaldía tiene un convenio con la fundación Agua Tuya para instalar una planta clasificadora de plásticos, papeles, metales y fortalecer el tema de compostaje. El trabajo está en etapa de preinversión y estima concluir el proyecto en agosto.

Apuntes

Desechos orgánicos

En municipios como Cliza y Tiquipaya se aplica el recojo diferenciado de los residuos orgánicos para realizar el compostaje. En ambos casos hacen el recojo de esta basura directamente de los mercados. En Tiquipaya también prestan el servicio de recolección de los condominios y unidades educativas.

A cielo abierto

Los riesgos de que haya basura expuesta a cielo abierto incluyen desastres como incendios. En septiembre de 2014, las llamas consumieron, durante tres días, parte del botadero de Tiquipaya, causando daño ambiental y afectando a la población de zonas aledañas.

Ese mismo año comenzaron el trabajo de confinamiento de la basura hasta mediados de 2015. Ahora realizan el tapado de la basura periódicamente.

Sacaba

El municipio de Sacaba también entierra la basura, pero tiene beneficios de su suelo arcilloso para evitar la contaminación. Además, cuenta con una planta de separación de basura, un área de residuos infecciosos y una fosa para depositar los perros muertos que recogen de las carreteras.

Existe servicio gratuito

Existen municipios en los que el recojo de basura es gratuito y los costos los cubren las alcaldías.

En Punata, los ciudadanos no pagan. La Secretaría General, sin embargo, expresa que “la gente debe ser consciente de que el tema de la basura también tiene costos”.

El asambleísta Omar Delgadillo informa que en Cuchumuela, Tacachi, Villa Rivero y San Benito tampoco hay cobros y que las municipalidades se hacen cargo.

En Tiquipaya no existen cobros debido a que hay un problema con el sistema de alumbrado público y mientras no se subsane aquello, no aplicarán la tasa de aseo.

La Alcaldía de Quillacollo, pese a ser un municipio grande, también cubre los gastos del servicio de aseo.

Sin embargo, prevén hacer cobros en el futuro porque el gasto es alto.

Algunos municipios realizarán estudios de costos cuando implementen sistemas modernos de manejo de los desechos.

Los rellenos pequeños o manuales tampoco deben contaminar

Los rellenos sanitarios municipales deben garantizar que no haya contaminación así sean pequeños o manuales.

El ambientalista Gregory Paz explicó que la normativa internacional expresa que los rellenos sanitarios grandes deben implementarse en ciudades con más de 50 mil habitantes.

Los rellenos grandes son los que requieren el uso de tractores y volquetas para enterrar la basura. Además, son rellenos herméticamente cerrados y con tratamiento de gases y lixiviados que tiene que ver con las piscinas de tratamiento.

Los menores o manuales son los que no utilizan maquinaria pesada porque la cantidad de basura que acopian es menor.

“En este caso se deposita la basura, se tapa la basura, tiene que tener un aislamiento. No se puede cambiar la naturaleza del residuo, pero tengo que confinarlo”.

El objetivo es no dejar que los contaminantes líquidos o gaseosos salgan ni por vía subterránea ni superficial.

El experto afirmó que cuando existe mucha población ya justifica contar tractores, volquetas.

Paz describió que, en el caso de vertederos con poca carga de lixiviados los procesos para los líquidos se pueden lograr con el uso de plantas como totora o juncos, que son “filtradoras”.

“Hay métodos no sofisticados para devolver agua, pero se deben emitir aguas que cumplan con ciertas normas, como para el riego”.

El ambientalista cuestionó que haya casos en los que la gente utiliza quebradas para echar ahí los residuos sólidos sin costos. Ahí no hay control y la lluvia arrastra los residuos trasladando un problema a otro municipio.

Argumentó que las prácticas de echar basura en las quebradas se realizaba desde antes, pero los residuos eran de alimentos, como las cáscaras y eran más biodegradables.

“Ahora, el mundo consumista hace que haya residuos peligrosos. Nuestra basura ya no es como la de nuestros abuelos. Antes no era malo botar a la quebrada cuando la basura no era peligrosa”.

Quillacollo mejora manejo de residuos

Quillacollo mejora el manejo de los residuos sólidos con maquinaria e infraestructura.

El vertedero de Quillacollo está en la zona de Cotapachi, en predios alquilados del Ejército.

Este municipio con 137 mil habitantes produce cada día alrededor de 100 toneladas de basura.

La Alcaldía describe que tiene maquinaria pesada, fosas para el manejo de lixiviados desde 2015, hay un sistema de quema de gases y una fosa para desechos hospitalarios.

La Unidad de Comunicación de la Alcaldía expresa que, en pro de mejorar los servicios, se envía notas a los municipios de La Paz, El Alto y Santa Cruz para realizar visitas y replicar experiencias en el manejo de la basura. Esta acción se realiza en coordinación con la Alcaldía de Colcapirhua.

Los vertederos de los municipios de Colcapirhua y Quillacollo están situados frente a frente, pero el manejo de los residuos es diferente.

En el caso de Colcapirhua, el botadero está situado en el lado sur del municipio, en Esquilán, también en predios de las Fuerzas Armadas. Está a cielo abierto y el manejo corresponde a enterrar los residuos.

El secretario técnico de la Alcaldía, Juan Carlos Trujillo, manifiesta que este municipio, de 51 mil personas, genera 30 toneladas diariamente. Cuentan con carros compactadores y volquetas.

Expresa que desde hace un par de semanas, iniciaron con un programa de separación de desechos, para aprovechar lo reciclable y dejar menos desperdicios en el relleno.

Para la región metropolitana, a la que pertenecen Quillacollo y Colcapirhua, hay un proyecto común para el manejo de basura. Pero, aún no se ha resuelto el tema de la ubicación de la planta.

En el caso de la región del Valle Alto, aunque algunos municipios tienen convenios y emprendimientos propios, la Mancomunidad de Municipios del Valle Alto también impulsa un proyecto común.

El presentante Franulic Huanca explica que buscan financiamiento para el proyecto que está en el Ministerio de Medio Ambiente y Agua y que beneficiará a los 15 municipios.