El piloto británico Lewis Hamilton (Mercedes) sembró durante la jornada de entrenamientos libres de ayer en el Gran Premio de Rusia la duda sobre el dominio del líder del Mundial, su compañero alemán Nico Rosberg, al que superó en la segunda sesión de prácticas, en la que el Ferrari del alemán Sebastian Vettel se paró por problemas mecánicos.

Hamilton, tres veces campeón del mundo (2007, 2014 y 2015) y el único ganador que conoce el Autódromo de Sochi, puso las bases para discutir el dominio de su compañero y rival, un Rosberg que ha ganado las tres carreras de este año, acumula seis victorias seguidas incluyendo las del año pasado y comenzó liderando la jornada de pruebas de ayer.

“Lewis siempre está fuerte, pero yo me siento bien. Va a ser una lucha como siempre”, ha declarado Rosberg tras la sesión de entrenamientos. El año pasado el teutón le ganó la batalla el sábado y salió desde la ´pole´, aunque luego una avería mecánica le dejó fuera de combate en carrera.

Mientras los Mercedes siguen en su competición particular, Ferrari ha sufrido problemas de fiabilidad focalizados en el coche de Sebastian Vettel, que en su mejor momento de la segunda sesión, cuando marcaba el mejor tiempo, se ha quedado parado.

“Hemos tenido un problema de tipo eléctrico. No sabemos exactamente qué ha ocurrido. Tenemos que esperar pero seguro que podemos arreglarlo”, ha declarado el cuatro veces campeón mundial, mientras que su compañero finlandés Kimi Raikkonen se mostró bastante enfadado por un problema que ha afectado a todos los pilotos: las dificultades para lograr una temperatura óptima para los neumáticos y el agarre en una pista abonada para los trompos.

“Puedes cambiar muchas cosas del coche, pero el factor determinante son los neumáticos. Hay que intentar hacer vueltas de calentamiento óptimas”, dijo el corredor.