Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
  • Actualizado 00:06

EL CONJUNTO AZULGRANA NO PUDO AYER CONTRA LOS GUIPUZCOANOS Y PERDIÓ (1-0) COMO VISITANTE, POR LA FECHA 32 DEL TORNEO LOCAL. REDUCE SU VENTAJA CON EL ATLÉTICO DE MADRID A TRES PUNTOS.

El Barça cae ante Real Sociedad

El Barça cae ante Real Sociedad



La Real Sociedad volvió a ganarle al Barça, por quinta vez en las últimas seis temporadas, con un gol en el inicio del encuentro de Mikel Oyarzabal. La Liga vuelve a estar viva y en un pañuelo porque el conjunto culé se deshincha.

El elenco azulgrana entró con mucho respeto al partido, sin duda motivado por los negativos antecedentes para sus intereses cada vez que visita Anoeta y por las dudas que han dejado sus últimos partidos de Liga, en Villarreal y Real Madrid, y Liga de Campeones frente al Atlético.

Las cosas se le pusieron negras casi de inicio a los catalanes porque, en la segunda jugada trenzada por los donostiarras, un medido centro de Xabi Prieto a la cabeza del joven Oyarzabal era cabeceado a gol (1-0) por el último talento surgido de Zubieta ante la cara de incredulidad de Luis Enrique, que empezaba a no ver nada claro un triunfo de su equipo.

Los guipuzcoanos se lo creyeron y el Barça estuvo a su merced durante el primer cuarto de hora, en el que se las veía y se las deseaba para frenar las acometidas locales dirigidas casi siempre por el mexicano Carlos Vela.

Reaccionó el campeón y pudo empatar el partido en el minuto 33 tras una trenzada jugada de Messi, Neymar y remate a bocajarro de Arda Turan detenido de forma excepcional por el meta argentino Gero Rulli.

El conjunto de Luis Enrique a partir de ahí creció y ofreció las prestaciones habituales en su juego, posesiones infinitas y juego de bandas que no encontraba recompensa porque los vascos eran un muro.

Rulli tendría que volar nada más iniciarse la segunda mitad para evitar el gol de Iniesta en un tiro desde fuera del área que iba a la escuadra hasta que apareció la mano del guardameta argentino.

El Barça tendría más, como otra en una falta directa que Neymar envió rozando el palo de la portería realista cuando Anoeta temía el empate, que seguía sin llegar, a medida que el partido avanzaba peligrosamente para los barceloneses.

El gran jugador argentino quemaría el último cartucho para su equipo a cinco minutos para el final, de cabeza, que nuevamente detuvo con clase Rulli para evitar el gol azulgrana y consumar la sorpresa.