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  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
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Zapata y la presunción de inocencia

Zapata y la presunción de inocencia
Desde que el 3 de febrero de 2016 se supo que el presidente Evo Morales tuvo supuestamente un hijo con una expareja llamada Gabriela Zapata Montaño, se ha venido vulnerando en este caso el derecho a la presunción de inocencia en Bolivia.

Nadie debiera ser encontrado culpable por un delito hasta que la instancia competente, en este caso el Órgano Judicial, dicte sentencia. Mientras tanto, se debe presumir la inocencia de la persona como lo estipulan el artículo 116 de la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia y el artículo 11 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que indica que “toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan asegurado todas las garantías necesarias para su defensa”.

Lo curioso del caso es que autoridades llamadas a dar el ejemplo en el cumplimiento de la Constitución están entre las que han venido vulnerando el derecho a la presunción de inocencia de la señora Gabriela Zapata. Por ejemplo, en el Órgano Legislativo, donde se encuentran senadores y diputados, la senadora del MAS, Nélida Sifuentes, dijo: "Nunca habíamos visto mujeres tan mentirosas que puedan mentir y realmente falsificar. Yo considero que esta mujer nunca más va a salir de la cárcel, quedará toda su vida ahí, toda su vida que le resta bajo las rejas".

Sifuentes no solo ha asumido como una certeza que la señora Zapata mintió y falsificó, con lo que estaría violando la presunción de inocencia, sino que espera que la encierren de por vida, ignorando de ese modo que en Bolivia no existe la cadena perpetua por cuanto la pena máxima es de 30 años en prisión sin derecho a indulto. Curioso que esto no sepa una senadora cuya labor es legislar, además de fiscalizar.

Pero si desde ese órgano del Estado se está lanzando esa señal, desde otro que es el Ejecutivo, también se lo está haciendo cuando la ministra de Comunicación, Marianela Paco, asume total defensa del Presidente como única fuente de la verdad absoluta. Además, ella dijo: "Yo le he preguntado lo mismo al Presidente y me dijo: ‘Yo le he visto con pancita’. Y yo le pregunto: ‘¿Le has tocado la pancita?’ Me dijo: ‘No, cómo puedo hacer eso, hay que respetar’". Comentario curioso para quien debiera saber que un embarazo debe ser verificado mediante exámenes médicos y no a simple inspección visual.

Felizmente el Órgano Judicial aún no se metió en esta fragante violación del derecho a la presunción de inocencia porque ya bastante daño están haciendo quienes siendo protagonistas de los otros dos órganos dan diariamente un mal ejemplo al país.

La Ministra de Comunicación acusó, además, a los medios de información y los opositores de creerle "más a una mujer y no al primer hombre de este país", cuando judicialmente no interesa si quien es juzgado es un hombre o una mujer, un joven o un adulto mayor, un ciego o un sordo porque cualquier persona puede cometer un delito, no solo las mujeres (apreciación, además, machista).

Aunque muchas personas preguntan a diario ¿qué hay de verdad en el caso Zapata? Lo cierto es que la justicia tendrá que decirlo en su momento. Lo curioso es que ni siquiera el tema central de este asunto debiera ser si hubo o no tal hijo por cuanto lo que a Bolivia le interesa como país es si a partir de tal relación se produjo tráfico de influencias, tema central del que las investigaciones tanto del Órgano Legislativo como del mismo Órgano Judicial se han ido alejando.

Ojalá se deje de vulnerar los derechos de la señora Zapata y reciba un trato judicial justo porque por las señales dadas desde las esferas del poder, se podría temer que ocurra lo contrario.