Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 21:17

LA OXIGENACIÓN CON BOMBAS DE AGUA Y RESPIRADEROS LOGRÓ AMINORAR EL DESASTRE, PERO LA VIDA DE LOS PECES Y LA VEGETACIÓN SIGUE EN RIESGO.

Muertes reducen y Alcaldía dice que laguna se extingue

Muertes reducen y Alcaldía dice que laguna se extingue



El desastre en la laguna Alalay, después de la muerte de miles de peces en tres días, por la falta de oxígeno, se aminora.

Sin embargo, según el secretario de Desarrollo Económico de la Alcaldía, Eduardo Galindo, la laguna se convirtió en un gran charco porque las aguas están estancadas. Esto se debe a que hace más de un mes no ingresa agua del río Rocha desde los canales instalados cerca de la zona de El Abra, ni sale por la Serpiente Negra (desagüe), provocando la falta de movimiento y oxigenación que requieren los peces y la vegetación.

“Esta laguna estancada está en vías de extinción, pero nuestro deber es rescatarla y sabemos que es posible con el apoyo de todas las instituciones”.

Galindo comparó esta reserva acuífera con una pecera, donde para mantener la vida de los peces y las plantas se requiere el movimiento constante del agua y la oxigenación.

Para el jefe del departamento de Gestión de Recursos Naturales de la Alcaldía, Gabriel López, el problema que se heredó desde gestiones pasadas y dejó una laguna “en etapa terminal, muriendo”, aún es reversible.

“Si es que no se hace nada ahora seguirá su proceso y quedará como un pantano”.

PELEA POR OXÍGENO Por el momento, la materia orgánica que existe en abundancia en la laguna sigue provocando el afloramiento de las microalgas, las mismas que se descomponen y mueren.

Según la bióloga Gabriela Chávez, los bichos acuáticos que se comen estas algas microscópicas (zooplancton) son muy pocos y no pueden acabar todo el alimento que sale a la superficie y bloquea el ingreso del oxígeno.

Todo esto derivó en una “pelea”, según López, entre los seres vivos por el oxígeno y solo los más fuertes lograron sobrevivir.

“Ahora hay un equilibrio y con la ayuda de los oxigenadores se podrá evitar más muertes”.

Estos equipos que oxigenan el agua funcionan en la noche que es cuando se produce la expulsión de dióxido de carbono, nitrógeno y azufre que provocan la asfixia de los peces. Chávez estima que abarca al 50 por ciento de la laguna, porcentaje que se incrementa gracias a la ayuda del viento, que también da movimiento y oxígeno al agua.

En el día, son las mismas algas y otras plantas que producen oxígeno.

LA LAGUNA VERDE Mal se puede decir que Alalay es un espejo de agua porque de eso no hay ningún rastro. El agua tomó un color verdusco y su olor es desagradable. Esto fue evidenciado durante un recorrido que hizo OPINIÓN hasta el centro de la laguna.

Una cosechadora de macrófitas a motor sirvió de transporte en el agua. A su paso dejó una huella de lodo que no permitió ver las profundidades. Todo lo contrario sucedía hace unos dos años cuando el agua era transparente o tomaba un color pardo e incluso se veían los peces.

Los expertos del municipio aseguraron que el cambio en el color se dio desde noviembre del año pasado, pero fue más evidente hace dos semanas. Según explicaron, nunca pensaron que se iban a dar tantas muertes.

Las microalgas quedaron desparramadas en la laguna verde que en sus orillas todavía tiene los restos de los peces muertos, que se descomponen y acentúan el mal olor ante el intenso sol que no da tregua. Este escenario acelera la reproducción de nutrientes y materia orgánica que reducen el oxígeno.



LAS ACCIONES La solución momentánea que encontró la Alcaldía es a través de bombas de agua y mangueras, instaladas en la parte norte para hacer la función de oxigenadores y los respiraderos solares, en el oeste, que tienen la función principal de ofrecer oxígeno a toda la biodiversidad que hay en la laguna.