En una de las piezas del hospital Univalle, donde se recupera el presunto autor de un doble crimen, un juez determinó la detención preventiva del sospechoso en el penal de máxima seguridad de El Abra.

Eder A. (de 28 años) es acusado de degollar a su esposa Cristina Salazar (de 30 años) y su suegra Aide (de 71 años). Ambas fueron victimadas la madrugada del sábado en la zona de Las Cuadras.

La abogada de las víctimas Daniela Villalpando, apoyada en las primeras investigaciones, aclaró las diferentes versiones que hasta ayer se manejaban sobre el hecho.

Según el informe, el acusado aprovechó que las víctimas dormían y atacó primero a la suegra provocándole un corte en el cuello. Las razones aún no fueron esclarecidas y aguardan la declaración del acusado.

Dos horas después, aproximadamente, fue hasta el dormitorio de la esposa y procedió de la misma manera. A cada una la envolvió en una frazada y la escondió bajo una cama.

Al amanecer de ese día, el padre recogió a sus cuatro hijos -de 4, 6, 8 y 11 años de edad- y los dejó en la casa de su hermana. Allí, le pidió que llevara a los niños al Corso de Corsos.

Posteriormente, él rentó un cuarto en un alojamiento e intentó quitarse la vida tomando un veneno. “Ingirió un raticida y dejó la puerta abierta para que cuando el veneno haga efecto la gente lo auxilie. Fue todo armado”, aseveró la abogada.

La voz de alerta la realizó la hermana del presunto autor, quien intrigada por las manchas de sangre en la ropa y el cambio de actitud de Eder, decidió informar a la Policía.

SALUD Eder fue auxiliado y trasladado al hospital Univalle. Los galenos de este nosocomio informaron que, tras su recuperación, hoy será dado de alta.

Custodios policiales resguardan la habitación para trasladarlo esta jornada al penal de El Abra.

ANTECEDENTES El acusado tiene antecedentes de violencia intrafamiliar de varios años atrás. El examen médico forense, además de determinar la herida mortal de su esposa, refiere también lesiones en el cuerpo de data antigua.

Vecinos denunciaron que las agresiones eran constantes. Una de las últimas fue el pasado martes de carnaval, cuando tuvieron que llevarse a Eder en un carro policial.

“Es importante que las víctimas denuncien desde el primer momento, no solo la agresión física, sino psicológica y económica, porque ahí es cuando se puede poner un alto”, recomendó la jurista.