Opinión Bolivia

  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
  • Actualizado 00:00

LOS RITMOS DE LOS TINKUS, MORENADAS Y CAPORALES GANAN POPULARIDAD EN GLAMOROSOS FESTEJOS EN EL EXTERIOR. LAS MUESTRAS EN SUIZA, BÉLGICA, ALEMANIA Y ESTADOS UNIDOS SON EJEMPLOS.

Los bolivianos imponen polleras y abarcas en el Carnaval del mundo

Los bolivianos imponen polleras y abarcas en el Carnaval del mundo



Entre los exóticos bailes en Bélgica, los elegantes pasos en Suiza y las tradicionales mascaradas y carrozas en los carnavales del mundo, irrumpen los bulliciosos compases y ritmos bolivianos que con abarcas, polleras y plumas imponen su presencia.

Enérgicos hombres, con abarcas en la danza de los tinkus, y coquetas polleras de morenas y caporales hacen gala de la cultura boliviana en los festejos carnavaleros del exterior.

SUIZA En este país es casi una tradición que la comparsa boliviana en Lausana se lleve los primeros premios por destacar su folclore y cultura. Colombia intentó en algunas ocasiones quitarle el título.

Para estas fechas, los bolivianos, sus hijos y amigos suizos llegan desde Ginebra, Lausana, Suric y Basel para sumarse a esta comparsa.

La convocatoria y coordinación para decidir qué baile presentar es por Facebook y teléfono. "Todos bailan todo y también tienen listos sus trajes. Entrenan una hora y salen a las calles", explica el director de la revista Aquí Latinos, Edwin Pérez.

BÉLGICA Uno de los mayores representantes de la cultura boliviana es el Centro Cultural Sartañani, en Bruselas. El pasado fin de semana recorrió las calles de la ciudad replicando un pequeño Carnaval de Oruro denominado "cortejo carnavalero 2016".

Este año, el grupo hizo su recorrido por la plaza Santa Catherine hasta llegar al atrio del símbolo de libertad de los bruselenses, Manneken-Pis a quien lo vistieron de Lucifer.

ALEMANIA En este país, las ciudades de Bielefeld, Munich, Berlín y Hamburgo son algunas que disfrutan de las fraternidades bolivianas. Al igual que en Bélgica, los residentes replican una pequeña entrada folclórica de Oruro.

La presentación de sus bailes lleva siempre el mensaje "unidad y comprensión" para Bolivia, Alemania y el mundo.

Una estrategia de estos residentes es difundir el video de los pasos, de la danza que elijan, a través de redes sociales, según explica Maribel Carvajal.

BRASIL En la parada del metro Bras y en Curitiba, que concentra la mayor cantidad de migrantes bolivianos, se replica toda la diversidad de festejos, desde las carnestolendas, las pandillas y los grupos folclóricos, hasta los rituales de ch´allas y q´oas.

En los barrios de Rua Coimbra, el juego con agua es una costumbre que mantienen, aun cuando en Bolivia fue prohibida.

"Hay actividades por todo lado, pero ninguna se sobrepone a la tradición de Brasil, que es más fuerte", señala César Orellana.

Sin embargo, no faltan quienes se han adherido a las escuelas de zamba.

BANDAS La música que acompaña a los conjuntos folclóricos usualmente es a través de equipos de sonido. "Generalmente, la Alcaldía es la que nos ayuda con el tema de la música", cita el presidente de la Asociación Cultural Viva Bolivia, Iván Quinteros.

Para otras representaciones culturales del valle, como los taquipayanakus y las comparsas, son los mismos bolivianos que interpretan su música con instrumentos que llevaron desde Bolivia.

Sin embargo, existen otras fraternidades y pasantes, que quieren brillar con un gran espectáculo y contratan a las afamadas bandas de música, como la intercontinental Poopó.

Oriente, valle y occidente en EEUU

La larga tradición migrante de más de cuatro generaciones en Estados Unidos ha permitido a los residentes bolivianos organizar su Carnaval con las características de oriente, valle y occidente, como se vive en Bolivia.

Las familias del oriente prefieren disfrutar en pleno su festejo -con agua y pintura- y movieron la fecha del Carnaval para verano, en julio.

La gente del valle, principalmente de comunidades del Valle Alto como Tiataco, Arbieto, Cliza y otros, no cambian las coplas y los taquipayanakus por nada. Han trasladado hasta el país del Norte toda su indumentaria típica y los instrumentos musicales.

Otro grupo importante son los del occidente que replican una pequeña entrada del Carnaval de Oruro, donde se suman todos los que aprecian este folclore, incluyendo los ciudadanos de EEUU.

El folclore se convirtió en la marca país

Al igual que los tacos para México y la zamba en Brasil, el folclore es para Bolivia la nueva identidad que le da una marca país en el mundo.

Su presencia en las entradas de Carnaval es esperada por muchos. “Cuando uno dice boliviano, enseguida viene a la mente folclore”, dice uno de los funcionarios de la Embajada boliviana en Estados Unidos, Alejandro Bilbao.

Su pegajoso y vibrante ritmo hace bailar a extranjeros que escuchan esta música por primera vez y se dejan llevar por los cadenciosos pasos de la morenada o los aguerridos brincos de los tinkus.

“La cultura boliviana ha calado tanto, que fácilmente se puede ver a gente de más de veinte nacionalidades bailando nuestro folclore", afirma el director de la Revista Aquí Latinos, en Suiza, Edwin Pérez.

En Argentina, los bailes bolivianos se han incorporado en los actos cívicos de las escuelas. “Lo he visto varias veces, y aunque se presente en Argentina, todos saben que es boliviano”, dice Marisol Olivera, una boliviana en Jujuy.

En España replican la ch’alla, los taquipayanakus y bailes

Adornados con serpentinas y globos, y al compás de acordeones y guitarras, los residentes bolivianos en España recrean el Carnaval boliviano en plazas, calles y discotecas.

En las ciudades que concentran la mayor cantidad de bolivianos como Valencia, Madrid, Barcelona y Murcia, los residentes se han encargado de que nada falte para el tradicional festejo dedicado a la Pachamama (Madre Tierra).

Desde semanas previas al Carnaval, las discotecas bolivianas convocan a concursos de comparsas y a la elección de reinas.

Las fraternidades con mayores integrantes organizan comilonas en locales donde contratan el servicio de conjuntos musicales para animar la jornada.

En las poblaciones periféricas como Totana, Murcia, las condiciones permiten a los bolivianos recrear los tradicionales taquipayanakus (competencia de coplas picantes) en espacios al aire libre, donde incluso se puede degustar el suculento plato carnavalero, puchero.

La Kantuta, La Qhochalita, El Taquiña, son los restaurantes bolivianos, cuyos nombres son garantía para encontrar los sabores de la Llajta.

Las q’oas y ch’allas (ofrendas rituales a la Madre Tierra) son costumbres que acompañan los festejos de Carnaval.

Madrid y Barcelona se convierten en sedes de auténticas entradas folclóricas, donde convergen gran parte de las 24 fraternidades o asociaciones culturales de danzas bolivianas.

La actividad cultural de esta agrupación es intensa. El festejo en febrero y en otras fechas concentra su participación.

El presidente de la Asociación Cultural Viva Bolivia destaca su actividad. “Participamos en fiestas, fechas cívicas -nacionales y departamentales- y todo lo referente a Bolivia”.

Los ensayos son los fines de semana, los cuales son más exigentes en los días previos al 14 de febrero, fecha en la que se realizará el Carnaval.

Las calles son tomadas por estos conjuntos folclóricos. La mayoría de los espectadores son también oriundos de Bolivia.

“Hay de todo, algunos españoles reciben muy bien nuestra cultura y hay otros que guardan una actitud más reticente”, señala Jimena Escalera.

Otras agrupaciones se incorporan a los desfiles de Carnaval de los españoles. “Siempre con buena acogida del público. Los españoles dicen que nuestros bailes son bonitos y coloridos”, destaca Iván Quinteros, presidente de la Asociación Cultural Viva Bolivia.

Este talento es requerido muchas veces por comunidades y organizaciones españolas que invitan a las asociaciones culturales bolivianas para sus diferentes actividades.

Para este 14 de febrero su agrupación está preparando la danza de los tinkus, con alrededor 30 bailarines.