Opinión Bolivia

  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
  • Actualizado 06:46

Bolivia en el negocio del siglo

Bolivia en el negocio del siglo
Casi un sueño hecho realidad. Gracias a las gestiones del Gobierno, Bolivia está a un paso de formar parte del proyecto del siglo: el Tren Bioceánico que logrará unir los océanos Atlántico y Pacífico partiendo de Brasil para luego pasar por Bolivia (si los estudios de factibilidad encomendados el martes salen bien) y llegar finalmente a Perú, con un costo aproximado de 10 mil millones de dólares.

Se trata, por donde se mire, de un proyecto que arrojará importantes beneficios económicos para quienes participen en él, debido a que el tren trasladará productos que, en el caso de Bolivia, hoy son importados y exportados en su mayoría por puertos chilenos.

Hasta antes de la reunión sostenida entre los presidentes de Bolivia y Brasil el último martes, se temía la posibilidad de que Bolivia fuera dejada de lado porque el trazo hecho para el tren no pasa por territorio boliviano, lo que ahora se estaría revirtiendo a favor del país gracias al visto bueno dado tanto por Perú como por Brasil.

Se trata de un negocio que, además, potenciará a todos los que participen en él. En el caso de Perú, lo convertirá en una especie de plataforma de importaciones y exportaciones nutridas por mayores cantidades de productos, sueño de otro país llamado Chile que ahora deberá mirar de palco cómo Perú se empodera en ese sentido.

Chile quería en los últimos años convertirse en una plataforma de exportaciones e importaciones de América del Sur rumbo a países como China, capitalizando grandes cantidades de productos provenientes de los países que están más al sur de Latinoamérica. Y precisamente en este punto es donde emergía como una piedra en el zapato la demanda marítima boliviana de una salida soberana al Pacífico, problema que de no solucionarse empañaría este tipo de meganegocio.

En el caso de Brasil, ya en la época de la Colonia este país buscó, a través de los llamados bandeirantes, una especie de piratas de tierra, llegar al Pacífico. Eran grupos de personas que iban avanzando tierra adentro en pos de llegar un día al Pacífico y, por ello, Brasil terminó teniendo a la larga más territorio del fijado inicialmente. Siglos después lo logrará sin necesidad de colonizar, con solo firmar acuerdos e invertir dinero.

Pero quien está más interesado que nadie es China, país que no solo traería sus productos hasta América del Sur, sino que de este lado del mundo llevaría mucha materia prima que le permitirá seguir expandiendo sus negocios a precios bajos. Esto marcará, no hay que dudarlo, una nueva era en las relaciones entre el gran gigante y América Latina. También hay otros interesados como Alemania.

No hay que perder de vista que con el paso dado este martes con Brasil, también va adquiriendo forma el anuncio del Primer Mandatario de convertir a Bolivia en el centro energético de este lado del continente, idea apoyada asimismo por la Presidenta de Brasil. Dilma Rousseff dijo que Bolivia se transformará en uno de los "grandes centros energéticos" de Sudamérica.

La Mandataria del vecino país también confirmó que ambos gobiernos trabajarán por lograr "un mejor aprovechamiento" hidroeléctrico del fronterizo río Madeira, en torno al cual ya se discuten cuatro proyectos para la generación de electricidad.

Y por si todo ello no fueran suficientes buenas noticias para Bolivia, también llegó otra por demás importante: se acordó renovar el contrato de compra-venta de gas natural a Brasil y se incluyó la exportación de GLP, GNL y fertilizantes.

En la reunión no faltaron otros temas como la posibilidad de ser socios con Brasil en proyectos petroquímicos y hacer trabajos de prefactibilidad y factibilidad de proyectos energéticos, además del trabajo y cooperación en áreas como la salud, entre otras. Son, realmente, buenas noticias.