Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
  • Actualizado 20:14

En río revuelto, ganancia de comerciantes

En río revuelto, ganancia de comerciantes
Gremiales y comerciantes de La Paz, Oruro, Potosí, Santa Cruz y Cochabamba iniciaron el lunes último movilizaciones aprovechando los bloqueos iniciados por los transportistas. Dicen que están en contra del Código Tributario “que atenta contra el comerciante grande, mediano y pequeño, y no lo vamos a permitir. Tampoco permitiremos la entrada de inspectores de impuestos”.

Muchos de los que se movilizan son comerciantes que pertenecen al llamado Régimen Tributario Simplificado (RTS), que está vigente para todos aquellos comerciantes minoristas, artesanos y vivanderos que trabajan con un capital de 12 mil bolivianos hasta 37 mil bolivianos y, por ello, no solo son considerados pequeños, sino que se les libra de la obligación que el resto de la población tiene de emitir facturas.

¿Cuántas veces usted, lector, ha pedido en un negocio una factura por un televisor que cuesta mil dólares y le han dicho que no le podían extender este documento porque el vendedor/propietario forma parte del Régimen Simplificado? Sin embargo, con solo siete de esos mismos televisores ya estaría pasando por encima de lo permitido como capital para los pequeños comerciantes. ¿Qué pensó, entonces?

Y es que existen dos tipos de comerciantes “pequeños” en el país: los que realmente lo son y los que quieren parecer, pero no lo son y de esto se da cuenta la población que de tonta no tiene nada cuando va a comprar y no le quieren entregar factura.

Como muestra basta un botón. Cuando a principios de este año se produjo en la ciudad de La Paz un incendio en la calle Uyustus, donde cientos de comerciantes perdieron su mercadería, estos, que tampoco dan factura, se quejaron de los miles de dólares de capital que habían perdido en el fuego. Qué curioso, ¿no debían tener solo 37 mil bolivianos de capital?

Ahora están pidiendo que de 37 mil bolivianos se suba a unos 70 mil bolivianos el capital de base para quienes pertenecen al Régimen Simplificado, lo que significa, en otras palabras, que están reconociendo que realmente de pequeños ya no tienen nada. De ser así, ¿por qué no tributan como el resto de la población?

Y no solo se dan modos para no dar facturas protegidos en el Régimen Simplificado, sino que tienen la habilidad de subirse al carro de otros cuyas demandas también vinculadas a impuestos parecen tener más sentido y razón, nos referimos a los transportistas que reclaman porque el Servicio de Impuestos Nacionales no quiere aceptarles la presentación de facturas distintas a las emitidas únicamente por quienes expenden repuestos y otros que atañen al rubro de los transportistas.

Ellos se quejan, aparentemente con mayor razón que los comerciantes, de que todas las facturas que tienen por atención médica u otros gastos originados por sus familias no son aceptadas por Impuestos.

En realidad, quienes mandan en Impuestos tampoco terminan de explicar por qué se determinó que esto fuera así y no de otro modo, por cuanto tampoco se entiende dónde deberían terminar las otras facturas que no solo reciben los transportistas, sino en general las empresas de todo tipo porque este problema lo tienen todos los que no son dependientes, tal como lo corroboraron a este medio hace semanas profesionales de otros rubros.

Sin embargo, llama la atención que tratándose de un problema generado hace muchos días, el Servicio de Impuestos no termine de dar una respuesta a estos sectores de la población, peor si se toma en cuenta de que día que pasa la situación puede empeorar.

Tal vez el trasfondo de todo esté en la necesidad urgente del Gobierno para el 2016 de encontrar más recursos económicos por los tiempos de vacas flacas que se avecinan y que le obligarán a ser más eficiente en el cobro de impuestos.