Anastasia Volochkova era bailarina del Bolshoi, la renombrada compañía de danza clásica rusa, hasta que, en 2003, fue echada por estar “demasiado gorda”. Es cierto que las exigencias dentro de cuerpos de baile de esta magnitud son altísimas, pero la bailarina indicó por entonces que no fue solo una cuestión de peso: muchos hombres querían estar con ella y, al ser rechazados, amenazaban con dejarla sin trabajo.
La bailarina rusa había obtenido varios reconocimientos siendo aun adolescente y antes de los 20 ya había recorrido numerosos países como solista del Ballet Mariinsky. En 1998 consiguió ser primera bailarina del Bolshoi y en 2002 obtuvo el reconocimiento de “Honorable Artista de Rusia”. Pero fue al año siguiente cuando fue desvinculada por ser “demasiado gorda y alta”, algo que unos meses atrás parecía no tener importancia.
Al ser despedida, a los 27 años, estuvo un largo tiempo sin conseguir un papel para continuar con su carrera. Con el tiempo, Anastasia logró volver a tomar el rumbo, haciendosus propias presentaciones como bailarina, trabajando como modelo y actriz, y además se graduó en Economía.
Hoy, no solo está establecida como una figura en los medios de Rusia, sino que también muestra su cuerpo, en perfecta forma. Las acusaciones de “gorda y alta” son solo un absurdo recuerdo