Han pasado cuatro décadas desde que Jhonny Pérez deslumbró al país y brilló en Sudamérica y el mundo con históricas actuaciones en pruebas de fondo y semifondo, que revolucionaron el atletismo nacional de tal modo que hasta ahora muchos de sus registros continúan vigentes.

Un noveno lugar en la tradicional maratón de San Silvestre, una medalla de plata en los Bolivarianos incluso estando lesionado y tres medallas de oro en los Odesur de 1978, son solo algunos de los logros del reconocido Jhonny Pérez, quien en su momento fue considerado como el “atleta del siglo”.

Este cochabambino, que nació el 13 de septiembre de 1953, tuvo en la década de los 70 y gran parte de los años 80 su época dorada, alcanzando registros que continúan vigentes hasta nuestros días.

Pérez se convirtió así en la cara del deporte boliviano ante el mundo, gracias a la cantidad de proezas que alcanzó dentro y fuera de nuestras fronteras, pero también por el recorrido maratónico que hizo por países de Norte, Centro y Sudamérica, además de Europa y Asia.

Por casi dos décadas, la carrera de Pérez se fue forjando y marcando por hechos que hoy parecerían sacados de una historia de fantasía.

Basta recordar que en plena guerra fría, este cochabambino pisó las pistas de la entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) dejando una huella imborrable para el deporte nacional. “Tuve el honor de ganarle al chileno Víctor Moura, el mismo año que ganó San Silvestre en el Brasil. Pero el campeón mundial nos dio una huasca en la pista. Entonces nos dimos cuenta que los países del primer mundo preparaban verdaderas máquinas”, recuerda.