La petrolera estatal YPFB, la Policía antidroga y la Aduana acordaron ayer vigilar de forma conjunta los camiones cisterna que exportan combustibles o los importan desde países vecinos, tras haberse denunciado el caso de un contratista que supuestamente llevaba estupefacientes a Argentina.

El acuerdo fue firmado por los presidentes de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Guillermo Achá, y la Aduana Nacional, Marlene Ardaya, con el viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Felipe Cáceres, el máximo responsable de la lucha antinarcóticos en el país.

Por este acuerdo, los camiones cisterna u otras unidades de carga que transportan hidrocarburos serán sometidos a control mediante máquinas de escáner de la Aduana con presencia de funcionarios de YPFB y agentes de la Fuerza Especial de Lucha contra el Narcotráfico (FELCN), explicó la petrolera en un comunicado.

Achá indicó que las empresas de transporte que trabajan con la petrolera están "conformes" con que se establezcan estos controles y que también pondrán en marcha mecanismos propios para vigilar que sus vehículos no sean usados para cometer delitos.

"Adicionalmente, como YPFB vamos a contratar a una empresa de inspección para que pueda supervisar este control y además pueda acompañar hasta la frontera el tránsito de estas unidades desde el escáner", añadió el funcionario.