Un año y dos semanas después del ataque sexual que sufrió Minerva en dependencias de una institución estatal como la Policía, cuya misión es proteger a las personas y brindarles seguridad, la justicia ordinaria dio su veredicto ayer contra cinco de los seis policías acusados por los vejámenes.

Los jueces del Tribunal de Sentencia 1, luego de valorar las pruebas documentales, periciales y testimoniales emitieron fallos distintos en contra de los policías.

POR VIOLACIÓN El expolicía Froilán Emilio Condori Mamani, hallado culpable del delito de violación agravada, fue sentenciado a 16 años de cárcel.

Los expolicías Marco Antonio Canaviri Luján y Rubén Bautista Mejía fueron condenados, ambos, a ocho años de reclusión.

ENCUBRIMIENTO El expolicía Abraham Huanca Quispe fue hallado culpable del delito de encubrimiento y sentenciado a dos años de cárcel. El expolicía Jesús Flores Vallejos fue condenado a un año y seis meses de cárcel, también por el delito de encubrimiento.

Sin embargo, estos dos últimos no entrarán a prisión, pues de acuerdo a ley, cuando las penas de reclusión son de hasta tres años, las personas afectadas pueden tramitar el perdón judicial y obtener su libertad.

La abogada de la Oficina Jurídica para la Mujer, Jinky Irusta, dijo que esperará a escuchar la lectura in extenso de la sentencia para conocer los argumentos de los jueces, antes de decidir si apelarán a los fallos.

Algunos de los abogados de los acusados anunciaron que apelarán la decisión judicial.



LOS HECHOS El 21 de julio de 2014, Minerva, una mujer que sufre de esquizofrenia avanzada y que además tuvo que soportar varios embates dolorosos en su vida, tuvo una crisis y entró en la UTOP de la avenida Heroínas. Allí, dos policías, Froilán Emilio Condori Mamani y Frank Yujra (ahora prófugo) la llevaron a la habitación de los infantes, en el segundo piso, donde dormían dos testigos, y en presencia de ellos la vejaron en un colchón que trajeron de afuera y pese a que los testigos les dijeron que no lo hicieran.

TESTIGO ENJUICIADO Los dos testigos declararon ante la Didipi, pero ante la justicia el policía Fernando Pacheco Huayta se desdijo y sostuvo que no recordaba lo sucedido, bajo juramento.

Por ello, la juez de Sentencia 1 Vivian Enríquez instruyó la apertura de un proceso penal en su contra por los delitos de encubrimiento y falso testimonio.

La víctima vive en La Paz y su padre pidió la reserva de su identidad real.