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  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
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SIN EMBARGO, LOS POBLADORES DEFIENDEN LA EJECUCIÓN DE LA PLANTA DE UREA Y AMONIACO

Distrito petrolero reclama ante falta de atención

Distrito petrolero reclama ante falta de atención

 La falta de atención en el distrito petrolero del Trópico de Cochabamba les hace ver que ser productores de petróleo no tiene beneficios, pero la mayor esperanza para los habitantes y un proyecto defendido es la Planta de Urea y Amoniaco que se implementa en su sector, en Bulo Bulo.

La gente de la población de Bulo Bulo y Entre Ríos respalda la implementación de la obra que se construye en el Trópico, en Bulo Bulo. Los pobladores resumen el proyecto en una obra grande que permitirá exportación de fertilizantes.

Una desolada plaza de vegetación tropical está a una cuadra de la carretera, sus calles de tierra o ripio aparentan las de un pueblo más alejado. Carecen de agua potable, alcantarillado y de un mejor centro de salud, además de que también tienen solicitudes para mejorar la infraestructura en el área de educación. Las calles sin asfalto ni empedrado circundan todo el centro poblado y se convierten en un lodazal por las lluvias propias de la zona.

Benita Yucra es una pobladora que tiene un puesto de venta de refrescos en una esquina entre la carretera y una de las principales calles de este distrito.

Ella migró de Yapacaní, poblado del vecino departamento de Santa Cruz, hace 25 años. Asegura que “todo es lo mismo y que no ha cambiado la zona” desde entonces, cuando el petróleo ya era tema del lugar. Pero, con la Planta de Urea, dice que ha aumentado la población.

Un notorio letrero situado en la carretera que conecta a Cochabamba y Santa Cruz indica el ingreso a la Planta, desde la carretera son menos de dos kilómetros hasta el lugar donde se emplaza la industria más grande de Bolivia.

Según información con la que cuenta Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), la inversión de este proyecto asciende a alrededor de 870 millones de dólares, destinados a las ingenierías, procura de equipos, construcción, gasoducto de interconexión, acceso vial y fiscalización.

La empresa no estuvo disponible para hacer comentarios sobre el tema, durante los días de visita a la zona.

 

LAS DIFERENCIAS Los habitantes de Bulo Bulo perciben diferencia en el trato entre poblaciones de su municipio. Consideran que no reciben una atención equilibrada ni siquiera por ser el distrito productor de petróleo. Mientras, en Entre Ríos el movimiento económico es mayor, las calles son asfaltadas y los servicios llegan a más población.

El exsubalcalde de Bulo Bulo Jerónimo Villa expresa la necesidad de contar con una planta de potabilización de agua, adecuados ambientes para unidades educativas y canchas deportivas. Es solo parte de los requerimientos de este distrito. Acota que las compensaciones se hacen con las centrales y con los dueños de tierras y que se destinan recursos para puentes u otro tipo de obras.

Describe que en 20 años no ha mejorado nada el lugar.

Recuerda que cuando se habló en principio del petróleo, recuerda, solo lograron un par de obras, un asfaltado de 13 kilómetros, desde Bulo Bulo hasta el pozo 16 con inversión de 12 millones de bolivianos y un empedrado de 4 millones en la central 18 de octubre, pero son promesas y aún falta materializarlas junto a la Gobernación.

¿DISCRIMINACIÓN? El dirigente del barrio Paraíso Clemente Salva considera que su pueblo sufre discriminación.

“De nada sirve que seamos zona petrolera. Casi no nos beneficiamos. ¿Quién se beneficiará?”, pregunta. Pero, defiende la gestión del presidente Evo Morales y ataca a la Alcaldía. Él vive en la zona hace unos 25 años y considera que el pueblo “sigue parado”.

Reclama que la atención se concentre en la zona misma de Entre Ríos y que los recursos “no vuelvan” de ahí.

Exigen tener las calles arregladas

Los pobladores de Bulo Bulo exigen tener calles arregladas, mejores condiciones y comodidades en su distrito.

El presidente del barrio Primavera, Marcial Córdoba, tampoco ve beneficios en ser zona petrolera, pese a los discursos de que eso les daría más recursos.

“Somos petroleros y hasta las calles están como sendas nomas, hasta los pozos nomas hay caminos”, agrega.

La gente exige a sus dirigentes que se arreglen las calles.

“Nos quejamos en la Alcaldía y no nos escuchan, todo lo centralizan (en Entre Ríos) y a los distritos no nos dan nada”, afirma Córdoba.

Para el dirigente del barrio Paraíso Clemente Salva el hecho de que el producto de la Planta de Urea sea de exportación anticipa mejores días.

“Estamos muy contentos por la planta, tal vez nuestro pueblo va a mejorar. Hay esperanza, porque como zona petrolera no hay nada”, manifiesta.

Este 2015 la Alcaldía de Entre Ríos tiene 38 millones de bolivianos de  presupuesto, en 2014 la cifra era de 32 millones.

Dirigentes de la zona de Bulo Bulo explicaron que se ven en desventaja incluso por el origen de sus autoridades municipales, que son del distrito mismo de Entre Ríos y que por eso ven favoritismo en ese sector.

Los recursos de IDH no benefician de forma directa a municipios productores

En Bolivia, a través del Ministerio de Economía y Finanzas, se asignan recursos del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) para las alcaldías, pero no se especifica que esos recursos deben beneficiar directamente a las comunidades productoras, como Bulo Bulo. La asignación de recursos beneficia al departamento productor, en este caso Cochabamba.

La Fundación Jubileo explica que estos ingresos son destinados a las gobernaciones de departamento, las cuales de manera interna deciden cuál será la distribución de recursos. En el caso del departamento de Santa Cruz, por ejemplo, se aplica el criterio de distribución de ingresos por regalías hidrocarburíferas con 50 por ciento a provincias productoras, 40 por ciento a las provincias no productoras y 10 por ciento a pueblos indígenas.

“En el caso de Cochabamba no se cuenta con criterios tan claros  y por lo tanto la asignación de regalías al interior de este departamento podría estar basada en una serie de criterios técnicos, económicos o sociales no conocidos públicamente”, manifiesta Jubileo.

Existen proyectos concurrentes en los que intervienen las alcaldías, pero tampoco están obligadas a favorecer a sus distritos o localidades productoras.

En el informe de la Fundación Jubileo “¿En qué gastarán el dinero los gobiernos departamentales el 2015?” detalla que la Gobernación de Cochabamba recibe este 2015 como 31.3 millones de dólares (exactamente 218.826.383 bolivianos) por concepto de regalías de hidrocarburos y por IDH alrededor de 10 millones de dólares (138.076.31 bolivianos). El presupuesto total es de 157 millones de dólares aproximadamente (1.105.087.628 bolivianos).

El alcalde de Entre Ríos, Aurelio Rojas, sostiene que no reciben regalías de manera directa y recuerda que inclusive presentaron un anteproyecto de ley para beneficiarse como municipio, pero no tuvieron avance.

Jubileo detalla que el municipio de Entre Ríos al igual que todos los municipios que perciben parte de la renta generada por la producción de hidrocarburos deberían destinar estos ingresos a la diversificación económica de sus regiones apostando a proyectos productivos y al incremento de actividades industriales, agropecuarias, turísticas o de manufactura; dependiendo del potencial productivo que cada región tenga.  



LO POLÍTICO El ahora presidente del Movimiento Al Socialismo (MAS-IPSP), partido de gobierno, en Cochabamba, Leonardo Loza, aclara que los recursos naturales, todos, son del y para el pueblo boliviano y, por lo tanto, todos son dueños absolutos de los recursos.

“No hemos peleado por ningún recurso económico. Pero, apelamos al debate, a la discusión para que de alguna forma sectores que producen petróleo puedan ser tomados en cuenta de la mejor forma”, sostiene y acota, sin embargo, que Entre Ríos tiene beneficios en obras con recursos del IDH.

Según Loza, Entre Ríos es uno de los municipios que mejor ejecución de obras, como unidades educativas y coliseos.

Las autoridades mencionaron que con el Estatuto Autonómico Departamental podría haberse considerado una mayor participación y generación de recursos económicos de los municipios en proyectos grandes, como el de la Planta de Urea. Es decir, que tal vez Entre Ríos podría haber tenido una mejor situación si el Estatuto hubiera estado vigente antes de iniciar el proyecto.

El costo equivale a 12 hospitales o a 250 colegios

El monto de inversión de la Planta de Urea es equivalente a construir 12 hospitales de las características del hospital oncológico cuya inversión es de 70 millones de dólares, en todo Bolivia. Este tipo de instituto médico es considerado de cuarto nivel.

La inversión para la Planta es de unos 870 millones de dólares.

El cantón de Bulo Bulo en Entre Ríos tiene un hospital de primer nivel, es decir con atención de prevención y de emergencias y no hay especialidades.

La falta de ítems es recurrente y los médicos no tienen reemplazos.

En este distrito, los principales problemas de salud con los que acuden los pacientes son resfríos e infecciones estomacales atribuidas al consumo del agua contaminada.

La administradora del centro de salud de Bulo Bulo, María Rosa Miranda, informa que el presupuesto que llega del Ministerio del área no es suficiente, carecen de ambientes y personal.

La zona de referencia para casos más complejos es Ivirgarzama, a unos 60 kilómetros. Y cuando hay mayor complejidad el paciente elige ir a Cochabamba o a Santa Cruz, aunque este último es más cerca.

Como Centro de Salud hicieron requerimientos a las empresas que trabajan para la Planta de Urea y Amoniaco, como la compra de material, equipos, pero aquello quedó en la simple solicitud.

“Ellos dijeron que se va a analizar, esperemos que nos llegue alguna donación”, expresa esperanzada Miranda.

Por su parte el exsubalcalde de Bulo Bulo Jerónimo Villa dice que “se comprometen y no cumplen” los encargados de la empresa.

En el distrito el 25 por ciento de su población cuenta con alcantarillado en sus viviendas.

“Hay cantidad de agua, pero no de calidad. Por eso se enferman los niños”, sostiene.

En el hospital atienden a unos 70 pacientes por día.

Villa cuestiona que cueste captar recursos para Bulo Bulo por la “subordinación” y dependencia que tienen de la Alcaldía de Entre Ríos.

“Si hubiéramos sido independientes hubiéramos gozado de beneficio directamente del Estado, de la Gobernación”, describe.

Este cantón, además de ser zona productora de petróleo se dedica al cultivo de arroz, cítricos y producción de leche.

Según Villa, el 80 por ciento de la población se dedica a la producción y el restante 20 por ciento tiene pequeños negocios, agricultura y hay pocos profesionales.

“En hidrocarburos, no hay gente que se dedica a eso, y es importante”, sostiene Villa.



EDUCACIÓN El monto de inversión de la Planta también es semejante al costo para la construcción de unos 27 colegios en cada uno de los nueve departamentos de Bolivia, porque la inversión es similar a la que se requiere para 250 establecimientos modelo de 3.5 millones de dólares cada uno (25 millones de bolivianos).

La atención en el área de educación es una de las principales demandas en este sector tropical. Ahí hay tres colegios, todos con más estudiantes que la capacidad real de los establecimientos, San Marcos con dos infraestructuras, Elizardo Pérez y Puerto Ichilo.

San Marcos, situado en barrio Lindo, tiene un ingreso casi imperceptible porque no hay paredes y el camino a  la unidad educativa termina dentro de la misma.