Alto Cochabamba es una de las zonas más pobres de la Llajta. Allí se caen las casas por la inestabilidad del terreno, no hay agua y los vecinos están obligados a comprarla en turriles. A todas esas carencias se suma la delincuencia que los vecinos soportan a diario. Once presuntos ladrones que aterrorizan a los vecinos de este sector fueron capturados por la Policía tras una persecución de película, pero los habitantes del barrio temen que los jueces los dejen libres y sufran represalias.

El director de la fuerza anticrimen, coronel Ronald Zabala, informó que ayer a las tres de la madrugada un vehículo de la unidad policial de Canes patrullaba el barrio de Alto Mirador cuando los agentes divisaron a dos mujeres que pedían auxilio.

Las mujeres volvían a sus casas de una reunión social y 15 jóvenes las rodearon, amenazaron y les arrebataron sus carteras con 400 dólares, teléfonos celulares y documentos. Los delincuentes comenzaban a alejarse con el botín cuando apareció la patrulla policial que los persiguió hasta una vivienda, donde la mayoría entró para refugiarse.

Desde la casa, los ladrones arrojaron con piedras a los policías destrozando el vehículo. Incluso se oyeron tres disparos que no fueron percutados por los agentes, sino por uno de los jóvenes que logró escapar con el arma, según la versión de un vecino testigo.

La patrulla llamó refuerzos y agentes de varias unidades y estaciones cercanas llegaron al lugar para apoyar en la captura de los agresores que se portaron agresivos, por lo que los policías utilizaron gas pimienta para reducirlos. Los jóvenes fueron conducidos a la FELCC y se verificó que todos tienen antecedentes por robo, según Zabala. La dueña de la vivienda, donde los jóvenes se refugiaron y madre de uno de ellos, dijo que los policías echaron gas sin fijarse que había niños y aseguró que su hijo detenido dormía cuando irrumpieron en su casa. Sin embargo, la Policía confirmó que el muchacho ya había sido arrestado la semana pasada por robo.

Unos 50 vecinos de Alto Mirador fueron hasta la FELCC a exigir que no se libere a los delincuentes pues éstos los amenazaron de muerte por contar a los oficiales que ellos atracan, violan y se drogan con clefa y marihuana. “Estamos cansados, nos roban y nuestras hijas no pueden pasar por la pasarela pues ellos se quedan ahí para atacarlas”, protestaron.