El presidente de Bolivia, Evo Morales, inauguró ayer un horno de fundición en la Empresa Metalúrgica de Vinto (EMV), que permitirá al país subir gradualmente su producción de estaño fino en un 65 por ciento , hasta alcanzar las 18.691 toneladas anuales métricas.

El mandatario inauguró el horno en la Empresa Metalúrgica de Vinto, situada en Oruro, compañía que en 2007 fue expropiada a la empresa suiza Glencore.

La planta tiene un horno del tipo Ausmelt, el cuarto en el mundo por su capacidad de producción y tecnología de punta, ya que dos similares funcionan en Perú y otro en China, según el gerente de la fundidora, Ramiro Villavicencio.

La construcción, instalación y puesta en funcionamiento de la planta con el nuevo horno supuso una inversión de 39.4 millones de dólares y tardó entre seis y siete años, cuando la previsión inicial era terminar las obras en solo tres años.

La empresa Vinto produce actualmente entre 11.300 y 11.800 toneladas anuales de estaño metálico, igual al 75 por ciento de la producción nacional, que sitúan a Bolivia como el sexto productor mundial del producto, según datos oficiales.

El gerente general de la EMV, Ramiro Villavicencio, sostuvo que esa metalúrgica ahora tiene el reto de procesar 15 mil toneladas métricas de estaño fino por año.

El 2014, la compañía generó ingresos por 270 millones de dólares por las exportaciones del estaño fino.