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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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Conozca las siete señales concretas de que te vas a divorciar

Conozca las siete señales concretas de que te vas a divorciar

¿Se puede vivir toda la vida felizmente casado? ¿El llevarse mal es la única gran señal?
Vicente Garrido, escribió en su último libro “Cómo sobrevivir una ruptura” (Ariel), que para saber si una pareja tiene futuro, lo que hay que analizar, es el proceso en que se ha desarrollado la relación y el trato cotidiano con que realizan sus rutinas diarias.
Y, también aborda el problema a la inversa ¿qué hace que funcione un matrimonio?
El especialista, en una nota al diario ABC, explicó que los matrimonios felices son los que se basan en una amistad profunda, respeto mutuo y disfrute de la compañía del otro.
Es que el español, tras años de experiencia en los quiebres de pareja, ha llevado a formular junto al psicólogo John Gottman una lista de comportamientos que pueden dañar el matrimonio.
“Es simple. Las parejas felizmente casadas no son más inteligentes, más ricas o psicológicamente más sofisticadas que otras, sino las que en su vida cotidiana construyen una relación que deja los pensamientos y emociones negativas sobre el otro muy por debajo de las positivas”, afirma Gottman en el libro.
Por que no se trata de discutir o no, sino el modo en que se hace. Sin embargo, también dijo que las causas que ponen en riesgo una relación son económicas, bajo nivel cultural y llegar a la relación con hijos de otra pareja.
“No cabe duda de que el estrés de una vida en precario complica mucho la relación amorosa. Aportar hijos de otro matrimonio introduce también elementos de tensión, por razones fácilmente comprensibles. Pero todo esto es independiente de la visión que tengamos del matrimonio, más tradicional o moderna”, afirmó Garrido en otra entrevista publicada en el diario La Voz de Galicia.
Además, el escritor, profesor de la Universidad de Valencia, expone en su libro que por ejemplo, una pareja candidata al fracaso es aquella donde el hombre es manipulador, porque reuniría un perfil egocéntrico y explotador, y la mujer, muy dependiente.
“Ella sería también muy manipuladora, pero lo hará para reducir su ansiedad y su zozobra ante las relaciones y no con el deseo íntimo de explotar al otro, pero esa relación es complicada”, describe.
Por lo tanto, advierte que estar con alguien que te ve como un trofeo o como un sujeto digno de ser exprimido no es una buena cosa.
Las señales
La idea es leer las claves para trabajar en la relación para no tener que llegar necesariamente a una ruptura. Pero si eso sucede, el doctor en psicología español, llama a tomar las separaciones no solo como un camino de sufrimiento sino como el momento para la reorganización y creación de nuevos propósitos.
Como ayuda o ruta de vida, estos sin los indicadores que describen a los que están más cercanos a un divorcio futuro, a corto o medio plazo:
1. Inicios desagradables: Discusiones que comienzan con sarcasmo.
2. Crítica personal: No es lo mismo quejarse de un comportamiento de alguien que criticar un rasgo personal.
3. Desprecio o burla: Gestos como rodar los ojos, sonrisas irónicas, etc. o palabras ofensivos, garabatos que indican la intención de que el otro se sienta mal.
4. Posición de defensa: Tratar de que el otro crea que él o ella tiene el problema, y que es su tarea solucionarlo; nosotros somos “inocentes” no hemos tenido ninguna contribución.
5. El “muro defensivo”: Es cuando un miembro de la pareja se evade de la interacción para evitar ser herido, algo que suele hacer mucho más el hombre que la mujer, debido a que en éste la reacción fisiológica o emocional es mucho más intensa y tarda más en disiparse, en otras palabras, se altera más y durante mayor tiempo. Razón por la cual son también las mujeres quienes suelen poner sobre la mesa la necesidad de airear o tratar un conflicto, mientras que los varones tratan de evitarlo.
6. La “inundación” emocional: Cuando un miembro de la pareja es atacado verbalmente por el otro reacciona activándose como si sufriera una amenaza física, por ejemplo, con mayores dosis de adrenalina, y todo ello genera un gran desgaste y el deseo de no relacionarse.
7. El fracaso a la hora de prevenir o reparar los daños: Las parejas felices saben detenerse en el tiempo, antes de que los daños sean severos, o bien después de una discusión o conflicto saben cómo retomar el humor habitual existente entre ellos. El sentido del perdón y del «olvido» mencionado antes tiene aquí su lugar