El papa llevó hoy a cabo una visita pastoral a la parroquia de San Giuseppe, en el barrio romano de Aurelio, donde se reunió con varios sintechos e inmigrantes y con un grupo de enfermos a quienes dijo que son "la fuerza de la Iglesia".
El Papa llegó a esta parroquia capitolina a media tarde del domingo y allí, además de celebrar una misa, mantuvo varios encuentros con representantes de la comunidad gitana, con sintechos y con un grupo de enfermos acompañados por sus familiares.
También saludó a jóvenes que cursan actualmente catequesis y a las familias de 60 niños bautizados este año.
A su llegada fue ovacionado por los vecinos y curiosos que acudieron a recibirle, algunos con pancartas de felicitación, ya que el próximo miércoles es su cumpleaños.
El pontífice argentino saludó a 61 enfermos, a quienes agradeció, según los medios, por "la paciencia y el amor" que, según dijo, ofrecen a la Iglesia.
"Gracias por la paciencia y el amor que ofrecéis a la Iglesia. Sois vosotros la fuerza de la Iglesia. Continuad con la paz y la alegría del Señor", dijo.
A los representantes gitanos y a un grupo de sintechos que habitan en una sala adyacente a la parroquia les animó a "no perder nunca la esperanza" y les trasladó su buenos deseos de "paz, trabajo y alegría" para sus familias.
Durante su homilía, el papa aseguró que hay "muchas personas que no saben agradecer a Dios" y que siempre encuentran "algo por lo que lamentarse".
"Un cristiano no puede vivir así, tratando siempre de lamentarse. ´Yo no tengo esto´, ´Yo no tengo lo otro´... Eso no es cristiano (...) Duele encontrarse con cristianos con cara de amargura, sin paz. Nunca un santo o una santa tuvo cara fúnebre. Son el rostro de la felicidad o, en momentos de sufrimiento, de la paz", explicó.