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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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LA DIRIGENTE UNIVERSITARIA MÁS AGUERRIDA DE LA UMSS CUENTA CÓMO UNA BEBÉ QUE NO NACIÓ DE SU VIENTRE CAMBIÓ SU PRIORIDAD, SE CONVIRTIÓ EN SU “TALÓN DE AQUILES” Y EN SU MAYOR LUCHA

Marcia: “Pelear por mi hija ha sido la más dura de mis batallas”

Marcia: “Pelear por mi hija ha sido la más dura de mis batallas”





Al margen de si uno estaba de acuerdo o no con sus luchas en la universidad, el solo nombrar a Marcia Torrico hacía pensar en una dirigente estudiantil de hierro, indomable, fuerte e imposible de doblegar con discursos, gases lacrimógenos o persecuciones policiales. Hoy, Marcia Torrico, con la voz quebrada y los ojos humedecidos, admite que tiene un talón de Aquiles. Es su hija. Esa niña de dos años que no nació de su vientre pero sí en su corazón y por la que ella y su esposo emprendieron una feroz cruzada en las calles y ante la justicia ordinaria.

La entrevista se logró en la sala de OPINIÓN. Marcia llegó con su niña que no se le desprende ni un instante. De nada sirve cualquier intento por atraer a la pequeña, ella no suelta la mano de su mami y tiene la confianza de colgarse de su cuello, escalar por su espalda y de llenarla de besos mientras Marcia intenta concentrarse en contestar las preguntas.

Torrico comenzó su lucha en la universidad hace 16 años. Allí conoció a su esposo, Ariel Román, otro dirigente tan apasionado como ella en la defensa de sus ideales socialistas. No tuvieron hijos. Y hace dos años les avisaron que una familia quería dar en adopción a una bebita porque no tenían las condiciones de salud, económicas ni de estabilidad para hacerse cargo de ella.

Constataron que la madre de la niña, su abuela y tatarabuela padecían de esquizofrenia, lo que les impedía asumir una responsabilidad tan grande. La tía de la bebé les dijo a los esposos Román Torrico que ella tuvo que hacerse cargo de su madre y de su hermana enfermas, al margen de cuidar de su propio hijo y ya no podía criar a una niña que además corre el riesgo de heredar la esquizofrenia.

Y es que cuidar a la niña no es fácil. La madre biológica de la niña tomó fármacos psiquiátricos mientras estaba embarazada y por ello, según los especialistas, la criatura tiene dificultades. Su piel es muy delicada, tiene alergias, requiere mucha atención y no puede estar expuesta al rechazo, al abandono a sucesos traumáticos.

Luego de pactar la adopción directa, cuenta Marcia, surgieron sucesos, extorsiones e intereses económicos y políticos que pusieron en peligro el trámite. Ella identifica a varias personas interesadas en arrancar a la niña de sus brazos, por motivos tan fútiles como el dinero, la venganza política y la burocracia, sin pensar en el daño a una pequeña inocente. Incluso se dieron órdenes judiciales de entrar con policías a la casa de los esposos Román Torrico, por la fuerza, para sacar a la niña, dejarla en un hogar y aprehender a los únicos padres que ella conoció en sus dos años de vida.

HUELGA DE HAMBRE Ariel Román se declaró en huelga de hambre por 30 días y solo la levantó cuando el Servicio de Gestión Social (Sedeges), después de analizar su caso, recomendó, velando por el interés superior, que lo mejor para la niña es que ellos se conviertan en sus padres adoptivos, con todas las de la ley. Román llevaba dos días internado en la clínica Copacabana, mientras Marcia accedía a hablar de la batalla más dura que le tocó enfrentar.

“Siempre nos habíamos dedicado a la política, a la universidad, pero cuando ella llegó a nuestras vidas, descubrimos cómo te transforma un hijo, tus hábitos y hasta tus prioridades porque ya no puedes estar pendiente primero de las asambleas, sino de si tu hija durmió, si le dio una alergia o si tiene fiebre”, dice Marcia con una voz que se dulcifica y luego se quiebra al referirse sobre los abrazos de la niña.

“Su abrazo me llena de amor, me llena el alma, pero además me dice que confía en mí, que sabe que yo la voy a proteger y no podríamos defraudar a un ser indefenso que no tiene culpa de nada. Su familia biológica tampoco tiene culpa, pero la enfermedad mental sumada a la pobreza hacen que volver allí sea inestable e inseguro, tengo las pruebas de ello”, dice.

Marcia cuenta que mucha gente le ha recomendado que “se deshaga del problema”, que la familia biológica puede atacarla físicamente o que la niña puede heredar la enfermedad de su madre. “Pero lo que no entienden es que ella no es un problema, es mi hija. No creo que ningún padre abandone a sus hijos porque quizás tengan una enfermedad después. Aunque no haya salido de mi vientre, ha sido un enamoramiento y yo me enamoré de mi hija. Es que aprendes a amarla, a amar su sonrisa, a festejar el que te pida leche, el que te tenga confianza. Yo jamás la abandonaré, es cuestión de amor y de principios”.

Rotunda, Marcia dice que ella y su esposo decidieron que ni el Estado podrá arrancarles a la niña de sus brazos. “He enfrentando conflictos universitarios por corrupción, por mayor justicia, me he tapiado, he sido perseguida, gasificada y no importaba porque era mi vida y me la jugaba. Pero ahora entendí que la vida de mi hija, es más importante que la mía. Sin duda ha sido la batalla más dura de mi existencia. Antes podía discutir fácilmente porque se trataba de mí, pero ya nunca más será lo mismo porque ahora todos saben que mi talón de Aquiles es mi hija”, admite con un suspiro.

Esta lucha muestra el calvario que los padres adoptivos deben atravesar para poder amar legalmente a sus hijos del corazón. “Hacerla pública nos ha fortalecido a todos los padres adoptivos”, dice.

Ya hay una luz en el camino

Ya el Sedeges se pronunció a favor de que la niña, que ya desarrolló lazos afectivos con los Román Torrico por dos años, sea adoptada por ellos en vista de que los errores durante el trámite fueron cometidos por la Defensoría y la criatura no tiene la culpa. Además, se creó una comisión conformada por representantes del Arzobispado, la universidad, Infante y del Defensor del Pueblo para definir qué es lo mejor para la niña. “Tengo entendido que la comisión ya entregó su informe el viernes a favor de que la adoptemos nosotros y esta comisión hablará con la Corte Suprema de Justicia. Nosotros iniciaremos el trámite de adopción este lunes”, dice Marcia, más tranquila. La Defensoría se comprometió a acatar lo que la comisión resuelva. “Le doy las gracias al Sedeges, a la comisión por pensar en el bien de mi niña”.


Un calvario judicial para poder amar y cuidar a una niña frágil

* En 2012 Marcia y Ariel se acogieron al artículo 60 del Código Niño Niña Adolescente, que preveía la entrega directa de la niña.
* La Defensoría de la Niñez debía tramitar la extinción materna y la familia biológica debía ratificar su voluntad ante un juez. Si se arrepentía, la madre biológica debía pedir la reinserción de la menor.
*  La abuela pidió que le devuelvan a la niña, pero la tía dijo que no hicieran caso porque era un síntoma de la esquizofrenia.
* La Defensoría de la Niñez (Mabel Montaño) dicta una medida de protección para que Marcia y Ariel se queden con ella pero no les entrega el acta.  
* La pareja informó a la jueza y ella rechazó la guarda por falta del acta.  Apelaron la decisión judicial y les rechazaron.
* Pese a que los informes daban cuenta que la pareja era apta para adoptar, las nuevas autoridades de la Defensoría no les daban el acta y denunciaron a la pareja por trata y tráfico junto a la tía biológica de la bebé que cambió de opinión y le pidió 2 mil dólares a cambio de retirar la denuncia penal y entregarles la guarda de la niña.
* El monto exigido fue subiendo y los esposos Román Torrico grabaron el momento en que les exigen 8 mil dólares, en presencia del abogado de la familia biológica.
* Marcia y Ariel no se presentaron a la audiencia cautelar por trata y tráfico y fueron declarados rebeldes. Denunciaron ante la Defensoría de la Niñez que la familia pretendía a usar a la bebé como un medio de chantaje y extorsión, pero les rechazaron la denuncia.
* Autoridades les ordenaron entregar a la niña, primero a la abuela, y después a un hogar. Ante la negativa instruyeron entrar por la fuerza a su casa, sacar a la criatura y detener a los padres adoptivos, pese a un amparo constitucional que salió a favor de ellos.
* El Sedeges recomienda, tras un análisis, que la pareja adopte a la niña.

LA FRASE
“Ni el Estado podrá arrancar a nuestra hija de nuestros brazos. Jamás la abandonaremos porque su vida es lo más importante”

Marcia Torrico | Madre adoptiva