Son las 9.30 de la mañana y una mujer debe esperar media hora más. La responsable de Informaciones del hospital maternológico Germán Urquidi le indica que a las 10.00 se sabrá si algún médico la podrá atender o no, porque están en paro desde el lunes.

Pese a la espera, la mujer no pudo ser atendida, porque los médicos, licenciadas en enfermería, odontólogos y trabajadoras sociales decidieron continuar con la medida de presión hasta hoy.

HISTORIAS Esther Nogales llegó al centro médico a las seis de la mañana porque es el día (por ayer) programado para su cesárea.

Asegura que su embarazo es de alto riesgo, ya que sus tres hijos mayores nacieron por cirugía. Pese a que tuvo que explicar su situación de mil maneras a los responsables de la Unidad de Emergencias, éstos le exigieron la valoración de un especialista.

En el pediátrico Manuel Ascencio Villarroel solo se atienden casos de urgencias, cirugías y a los pacientes hospitalizados.

Mayuni Condori con su hijo de un año en brazos espera una ficha. El niño está con diarrea desde el fin de semana y la madre sabe que ese síntoma es peligroso. Las salas de espera están llenas y los reclamos se hacen escuchar por la medida asumida por los profesionales.

La situación en el hospital Viedma es diferente, los pasillos están vacíos pues no se entregó ninguna ficha de las 300 que diariamente se ofrecen.

LA DEMANDA El paro escalonado es calificado como un éxito por el secretario ejecutivo del Sindicato de Ramas Médicas en Salud Pública (Sirmes), Carlos Nava. Además asegura que fue la única manera de ser escuchados por las autoridades en sus reclamos que se arrastran hace meses.

La principal demanda es la anulación de la auditoría que realiza la Gobernación al bono de antigüedad, cuyo resultado sería la reducción a un salario mínimo del beneficio que era calculado sobre la base de 3.

Por su parte, el presidente del Colegio Médico de Cochabamba, Aníbal Cruz, da su respaldo a la medida porque, según él, es en defensa de sus derechos laborales.

Por su parte, el director del SEDES, Juan Carlos Castellón, dijo que la decisión de los profesionales fue acelerada porque las exigencias están siendo analizadas por un equipo.