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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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UN EDITOR Y UN ESCRITOR ENSAYAN UN DIAGNÓSTICO SOBRE EL PROCESO DE DIGITALIZACIÓN DEL MERCADO EDITORIAL

“El nuevo lector tiende a leer más en digital”

“El nuevo lector tiende a leer más en digital”



El editor Marcelo Paz Soldán, cabeza de la editorial Nuevo Milenio y responsable del sitio digital Ecdótica (ecdotica.com), es una de las voces más autorizadas para hablar del incipiente proceso de digitalización del mercado editorial boliviano. Lo avala el hecho de haber sido un pionero al encarar, junto a otras personalidades del mundo literario (como Luis H. Antezana), la producción de sendos libros multimedia dedicados a figuras excluyentes de la cultura boliviana, como Jaime Saenz, Adela Zamudio y Gladys Moreno. En esta entrevista evalúa esta experiencia y señala cuál es el lugar del formato digital en la escena editorial nacional.

P:¿Cuál es su experiencia en cuanto a la edición en formato digital?

R: Mi experiencia en libros digitales empieza en 2007, con la creación de www.ecdotica.com, que la hice de mis frustraciones de editor de libros impresos. Quería que fueran como hermanas bastardas. Que se reconocieran iguales, pero se negaran. Los libros de Nuevo Milenio, los impresos, tardan muchos años en venderse. Una edición de 500 ejemplares puede tardar, en el mejor de los casos, hasta cinco años en agotarse, aunque hay casos excepcionales. Una edición digital no tiene límites, puede llegar a miles de lectores casi de manera instantánea. Una edición impresa tiene un costo, lo que de por sí es una limitación si no tienes el dinero para comprarla, cualquiera sea el monto. Un libro digital no tiene costo (el de navegar, el de los megas, pero no es que pagas aparte por él, a menos que lo quieras comprar de Amazon para tu kindle). No paga costos de imprenta, no paga impuestos, no paga derechos de autor.

P: ¿Cómo valora la experiencia de los libros multimedia que editó?

R: Me gusta la posibilidad que te da que distintos medios conversen entre ellos. Es una relación que cruza fronteras, una suerte de metalenguaje definida por Tarski, en la que la verdad de un lenguaje, digamos el escrito, no entra en contradicciones, al utilizarse otro lenguaje, como el visual. Fue así cuando le preguntamos a Doña Gladys Moreno qué pensaba de los collas y dejamos que ella nos lo cuente, con sus propias palabras, a través de un video de entrevistas que le hizo Luis H. Antezana.

P: ¿Cómo valora las respuestas a las publicaciones digitales que ha editado? ¿Hay ya lectores exclusivos para estos formatos?

R: Las valoro muy bien, pero no dejan de sorprenderme. Creo que no hay lectores exclusivos, aunque la juventud, el nuevo lector, tiende a leer más en digital.

P: ¿Cuáles cree que sean las fortalezas que muestra el mercado boliviano para libros digitales?

R: Su fortaleza es que ahora todos tienen celulares inteligentes, en los cuales pueden leer los libros. Antes se pensaba que las tabletas o los equipos de lectura de libros digitales eran caros y no estaban al alcance de todo el mundo. Pues eso se acabó. Todos tienen ahora un celular inteligente. Hay conexiones a internet cada vez más en lugares menos pensados.

“Las lecturas se personalizan”

El editor Marcelo Paz Soldán reflexiona sobre la forma en que el digital condiciona la producción de los libros, orienta la búsqueda de los lectores y promueve la personalización de las lecturas.

P: ¿Cree que el formato digital del libro puede condicionar su trabajo como editor, en términos de contenidos o destinatarios de las publicaciones?

R: Definitivamente. Esto es clave e importante de comprender. El mercado de expande. Tenemos una especie de literatura líquida donde los usuarios se van configurando de acuerdo a sus propios gustos y preferencias marcadas por los cambios que enfrentan, como el de vivir en un mundo más digitalizado, más conectado. Un libro impreso puede buscar un tipo de lector, un libro digital posiblemente otros, así como un libro multimedia. Incluso los mercados no se parecen. Por ejemplo, no podemos pretender creer que el lector en Santa Cruz es el mismo que el de Cochabamba o que el de La Paz. Las lecturas se personalizan y lo digital da esa opción. Debemos ser capaces de reconocer a los lectores y sus diferencias.

P:¿Lee libros en formato digital?

R: Claro que sí. Mucho. Especialmente cuentos. Los libros más largos, como las novelas, aún prefiero leerlos en impreso.

“Debemos aprovechar las plataformas digitales para promover la literatura”

El escritor y periodista Víctor Hugo Romero, autor de la novela “Yo, Presidente”, reconoce la importancia que el espectro digital ha cobrado en el último tiempo para las letras bolivianas.

P: ¿Qué importancia le da al libro digital en un país como Bolivia?

R: Hace años habría respondido que ninguna, pero ahora la situación es muy distinta, gracias a las nuevas tecnologías, que hay que aprovecharlas en toda dimensión, especialmente en la lectura. Cualquier persona que tenga un celular de los “modernos” puede acceder a leer todo tipo de documentos y, entre ellos, un libro digital. Ni qué decir ahora que el internet es parte vital de las nuevas generaciones y de las anteriores. Estos avances están transformándolo todo, por tanto, debemos aprovechar estas plataformas digitales no solo para promover y difundir la literatura, sino también el hábito de la lectura. Para lograrlo hace falta fortalecer mucho más las políticas de educación que inserten la necesidad del hábito de la lectura, como parte vital no solo de la formación académica, sino también para entender el mundo y su complejidad actual.

P: ¿Cuál es su experiencia como escritor en cuanto a productos editoriales digitales?

R: A partir de la publicación de mi novela “Yo, Presidente”, bajo el sello editorial 3600, se han ido abriendo varias puertas por conocer también otras producciones literarias mías, especialmente en distintos géneros, como la poesía, el cuento y el ensayo. Este hecho me ha permitido publicarlos en formato digital. Menciono como ejemplo un cuento mío que se publicó en la revista literaria 88 Grados, que cuenta con una sección llamada EnlaC, que presenta a un autor y este pone a disposición un trabajo inédito, en mi caso un cuento que se llama “Solo quedaba confiar”, al que puedes acceder a través de su portal digital y descargarlo gratuitamente. De la misma forma, este método permite acceder a muchos libros digitales de otros portales, como el de la Clacso, que cuenta con librerías digitales (...)

P: ¿Cómo evalúa la recepción a su incursión en el mercado de libros digitales?

R: La recepción de mis trabajos es muy buena, como también de otros escritores nacionales, porque han tenido la oportunidad de hacer conocer su obra a nuevos lectores, no solo dentro del país, sino también afuera, permitiendo que estos trabajos puedan encontrar nuevas posibilidades de publicación en físico en otros países. Desde este punto de vista, la evaluación es positiva.

“El mercado boliviano recién está naciendo”

El escritor y periodista Víctor Hugo Romero considera que la supervivencia del libro impreso está asegurada, pese al empuje creciente del formato digital.

P: ¿Cuáles cree que sean las fortalezas, limitaciones y oportunidades que muestra el mercado boliviano para libros digitales?

R: Para responder a esta pregunta debemos asumir que todavía es un mercado que recién está naciendo, por ende, el éxito que ya ha logrado es mucho. (...) Están en manos de las editoriales las oportunidades que generen para acceder a nuevos bolsones de lectores.

P: ¿Cómo valora las experiencias de publicación de libros digitales en Bolivia?

R: Las valoro de forma muy importante, no solo en la intención de continuar invirtiendo en la literatura boliviana y sus autores, también por apostar a la creación de un nuevo mercado editorial y, sobre todo, por apostar a los nuevos lectores, a esas nuevas generaciones que no solo quieren conocer qué se escribe en su país, también qué se dijo.

No olvidemos que la literatura es el mejor de los recursos para conocer la esencia de tu patria. Rescato las siempre sabias palabras de don Werner Guttentag, cuando se empeñaba por años en afirmar que “no leer lo que Bolivia produce es ignorar lo que Bolivia es”, sentencia que hoy debemos recuperar y consolidar más que nunca.

P: ¿Cree que el libro digital vaya a reemplazar al libro impreso en el medio boliviano y en el internacional?

R: Imposible. En lo personal, aún me siento muy cómodo en leer un libro físico, todavía me desespero por tener libros y coleccionarlos. Me encanta verlos en mi biblioteca, tenerlos a mano y consultarlos, sentir su aroma, ya sea recién impreso o viejo. La lectura no solo implica la pasión por leerlo, también de poseerlo (...) El libro físico tiene su vida asegurada. No creo en visiones futuristas que lo plantean exclusivamente en formato digital, tampoco en las voces que opinan lo mismo de los periódicos impresos. Por mucho que la tendencia en el mercado, especialmente informativo, promueva la necesidad de estar constantemente informado, llegando a instancias demenciales de paranoia, creo que siempre se va a imponer no solo el hecho de tener un libro en tus manos, también la exigencia de un ambiente ideal para disfrutarlo.