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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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EL GOBIERNO GENERA FUENTES LABORALES DE CALIDAD, ASEGURA EL MINISTRO DE TRABAJO, DANIEL SANTALLA. SIN EMBARGO, INVESTIGADORES DEL CEDLA CUESTIONAN

Desempleo reduce en Bolivia, pero aumenta la ocupación informal

Desempleo reduce en Bolivia, pero aumenta la ocupación informal



En los últimos años Bolivia ha experimentado una importante reducción de la tasa de desempleo en el área urbana a 3.2 por ciento y a nivel global a 5.5 por ciento , pero en contrapartida se evidencia el crecimiento del sector informal que expresa el empleo de mala calidad o precario al llegar a más del 70 por ciento .

Estos datos están contemplados en informes del Observatorio Boliviano del Empleo y Seguridad Social del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla) y del Instituto de Asistencia Social Económica y Tecnológica (Inaset) que coinciden con los informes gubernamentales de reducción del desempleo, pero observan la falta de un empleo con calidad por el incremento de la informalidad.

El ministro de Trabajo y Previsión Social, Daniel Santalla, manifestó que el Gobierno de forma directa genera empleos con calidad, además brinda las condiciones para generar fuentes laborales.

“Hay empleo en el país porque el Gobierno está trabajando en este tema, además la situación del país es estable y se generan empleos, pero lo que queremos es que se puedan instaurar empleos permanentes, estables, dignos, es decir que tengan seguridad industrial y seguridad social”, manifestó Santalla.

Según el titular de Trabajo, la mayoría de los trabajadores de diferentes actividades informales no cuentan con un empleo estable, de calidad y con protección social. A su turno, el investigador de temas laborales del Cedla Bruno Rojas declaró a este medio que si bien las cifras han mejorado en el descenso del desempleo, es preocupante cómo se acentúa la precariedad, pues se crean más fuentes laborales informales sin seguro, eventuales a contrato y otras inestabilidades.

Explicó que el porcentaje es alto de quienes no tienen empleo de calidad, porque está principalmente representado por los informales que son siete de cada 10 ocupados, que tienen pequeños negocios al margen del sistema formal de la economía y “si existen empleados en este sector, tienen pocos beneficios que puede alcanzar hasta el aguinaldo, pero no tienen seguro de salud o no aportan a las Administradoras de Fondo de Pensiones para su jubilación”.

El experto cita tres casos preocupantes de desempleo. Primero, los jóvenes, que constituyen una tasa del 13.5 por ciento ; el otro grupo poblacional afectado son las mujeres. El tercer grupo lo constituyen los bachilleres, profesionales, técnicos o simplemente gente que está cursando estudios universitarios.

La tasa de desempleo en el área urbana en Bolivia es de 3.2 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA), según datos proporcionados por el Ministerio de Trabajo.

El ministro Santalla atribuyó este descenso al incremento de la inversión pública que subió ostensiblemente.

En 2006, cuando Evo Morales llegó al poder, “el porcentaje de desempleo era 8.2 por ciento . Actualmente, de acuerdo con indicadores establecidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), estamos por encima del 3.2 por ciento y a nivel general en 5.5 por ciento

UNIPERSONALES E INFORMALIDAD Por su parte, el experto laboralista Marcos Romero explicó a este medio que una de las principales causas para que se incremente el empleo informal, que en su mayoría son de poca calidad al carecer de seguro de salud, eventuales y otros elementos, es por el creciente número de empresas unipersonales.

La base empresarial activa del país experimentó en 2013 un incremento de 80 por ciento al haber registrado en diciembre pasado 122.995 empresas, cuando un año antes figuraban sólo 68.232, según estadísticas del Registro de Comercio realizadas por Fundempresa.

Cuando se contabiliza a las empresas de acuerdo con su tipo societario, sobresalen las unipersonales con 103.621 firmas, que a su vez develan un crecimiento de 105 por ciento con relación a 2012. En segundo lugar, se hallan las de responsabilidad limitada (17.635), seguidas de las de sociedad anónima (1.492), las extranjeras (208), las sociedades colectivas (19), las de comandita simple (10), las sociedades anónimas mixtas (9) y las de comanditas por acciones (1).

Romero manifestó que con los datos oficiales sobre las firmas se evidencia que las empresas unipersonales llegan a un 84 por ciento , lo que significa emprendimientos pequeños respecto de los grandes.

“Ese también es un buen indicador para la precariedad del empleo, aunque demuestra que se están generando empleos, pero es cuestionable la calidad por el tema de los beneficios sociales, seguridad y otros”, aseveró.

Apuntes.



Falta de oportunidades

Las cifras revelan que el 50 por ciento de la población desempleada en Bolivia, entre mujeres y varones, son jóvenes. Esta situación ocurre a consecuencia de la falta de oportunidades laborales en el país, pese al importante crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).

En los últimos años, el sector de la pequeña y micro empresa (mypes) mereció la atención de políticas públicas, por ser refugio económico de los y las trabajadoras con débiles oportunidades de una mejor inserción en el mercado laboral.

Pequeñas empresas

En Bolivia 80 por ciento de los trabajadores de las pequeñas empresas trabaja más de 8 horas o sin horario. Investigadores laborales aseguran que en este sector las vacaciones y horas extras son prácticamente inexistentes.

Asimismo, indican que existe carencia de seguridad industrial, así como de asistencia médica y otras medidas de previsión social.

La inversión pública, la clave

El Gobierno del presidente Evo Morales atribuye a la creciente inversión pública, por encima de los 4.000 millones de dólares anuales, como el principal elemento de la reducción del desempleo.

El ministro de Trabajo, Daniel Santalla, dijo que tiene gran importancia el incremento del monto de la inversión pública desde 2006, que crea nuevas fuentes de empleo y dinamiza la economía nacional.

Por ejemplo, en 2005 la inversión pública sólo llegó al 629 millones de dólares, en tanto que en 2012 el monto de la inversión pública ejecutada fue de 2.874 millones de dólares. En tanto, el 2013 la inversión pública se elevó en el Presupuesto Reformulado 2013 de 3.806 millones a 4.634 millones de dólares, y para este 2014 se presupuestó 4.519 millones de dólares.

A decir de Santalla, esta capacidad estatal para incrementar la inversión pública se da por la nacionalización de sectores claves de la economía boliviana como el de hidrocarburos, minero, servicios y eléctrico, proceso que dio al Estado boliviano la posibilidad de poder contar con más recursos para, por ejemplo, canalizarlo a través de la inversión pública.

Pocos jóvenes cuentan con un empleo formal que contrasta con el crecimiento económico

De 10 personas jóvenes económicamente activas, solo el 12 por ciento tiene un trabajo formal, pese a que en el país se tiene indicadores macroeconómicos favorables como el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), que en un promedio de los últimos años alcanzó 5 por ciento , según informes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

De acuerdo al experto laboralista Marcos Romero, estas cifras revelan una realidad y un problema latente que contrasta con el buen momento económico que vive el país, catalogado por algunos analistas como “bonanza económica”.

“Sabemos que hay preocupación por la situación del empleo de los jóvenes. Es urgente pasar de la preocupación a la acción”, manifestó.

A su vez, Bruno Rojas, del Cedla, señaló que evidentemente el país ha mostrado indicadores de crecimiento importantes a nivel macroeconómico desde el 2006 hasta el 2013, debido a los ingresos de las exportaciones de gas y en menor medida de la minería. “Pero ha descuidado todo un conjunto de actividades económicas como la industria o la construcción”, añadió el especialista.

Considera que el Gobierno debe trabajar en políticas más eficaces dirigidas a los jóvenes para ocuparlos en empleos con calidad y evitar la informalidad.

Por su lado, Roberto Ballesteros, director nacional de Empleo del Ministerio de Trabajo, admitió los problemas de precariedad e indicó que éste es el principal desafío para encararlo. “Hay personas que trabajan y no tienen los beneficios sociales que les corresponde de acuerdo a ley. En el caso de los jóvenes también es preocupante”, agregó.

Dijo que el Gobierno impulsa una serie de políticas con el objetivo de mejorar la calidad de empleo y “para ello pedimos a los sectores que lo vean de manera integral, es decir sentarnos con empleadores y trabajadores para configurar políticas de corto y largo plazo”, agregó el representante del Ministerio de Trabajo.

Seis de cada 10 mujeres tienen dificultades de acceso

El desempleo en Bolivia está feminizado porque seis de cada 10 mujeres que buscan trabajo no lo encuentran, revela el informe de la Fundación Gregoria Apaza.

Además, el reporte señala que son también las mujeres las que tienen empleos con bajos ingresos respecto a los varones.

Este informe es coincidente con un estudio del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla) que señala que durante la última década, la mayor concurrencia de las mujeres a la actividad económica y la discriminación en su acceso al empleo asalariado se han traducido en sostenimiento de altas tasas de desempleo abierto.

El informe sobre la situación de los derechos laborales en el país, elaborado por el Cedla, indica que en 2012 la tasa de desempleo femenino en las ciudades del eje fue de 9 por ciento , mientras la tasa de cesantía entre las trabajadoras asalariadas llegaba al 15 por ciento .

“Las mujeres siempre fueron las primeras en ser despedidas en tiempos de crisis, y las últimas en retornar al empleo en tiempos de crecimiento”, dice la investigación.

De acuerdo con el Cedla, actualmente la caída del crecimiento en sectores que hacen uso intensivo de mano de obra y, en general, la insuficiente generación de empleos de calidad crea las condiciones para la persistencia de elevados niveles de desempleo entre las mujeres. El laboralista Marcos Romero explicó que estos datos muestran que para las mujeres les es más complicado encontrar en unos casos y mantener en otros los empleos, además con un salario equiparado al del varón.

“Las mujeres se sitúan en las estadísticas más críticas del empleo”, añadió.

Según el análisis del experto, la participación en el mercado laboral constata su presencia como trabajadoras familiares, sin remuneración, y como trabajadoras por cuenta propia en el sector semiempresarial con relaciones laborales al margen de la Ley General del Trabajo y de los beneficios de seguridad social.