La información de que dos jóvenes, sindicados de robar tres motocicletas en el Chapare, fueron torturados sometiéndolos por horas a las dolorosas picaduras de las hormigas tucanderas, que habitan en el árbol del Palo Santo, fue difundida al mundo por varias agencias que la destacaron ayer, como una noticia insólita.

Aunque los detenidos Wilmer Machado (18) y Miller Mcdonald Rodríguez (19) sobrevivieron, permanecen internados en el hospital Viedma, víctimas de una grave intoxicación con ácido fórmico, que les causó una insuficiencia renal. Uno de ellos está en Terapia Intensiva y es sometido a tratamientos de hemodiálisis para purificar su sangre. El otro continúa con tratamientos de diálisis.

Los acusados aseguran que jamás robaron y que fueron acusados falsamente por la comunidad de Ayopaya. Sus familiares, dolidos por el daño causado, expresaron su sorpresa por la falta de autoridad que existe en el trópico. Los dirigentes del cantón de Ayopaya no permitieron el ingreso de dos camionetas llenas de policías para rescatar a los jóvenes retenidos. Más bien, extorsionaron a los parientes de los secuestrados y les exigieron 26 mil bolivianos (3.714 dólares) para no lincharlos.

El padre de uno de los jóvenes mostró recibos del dinero que se tuvo que prestar para enviarlo a las cuentas de estos dirigentes a través de una entidad financiera.

“Queremos que nos devuelvan el dinero, cedimos para que no maten a nuestros hijos, pero ahora hay que pagar el hospital y no tenemos”, dijo.