Alegres tonadas de una banda de música adornan la llegada de un peculiar grupo de niños que, a diferencia de otros, muestran un rostro de seriedad y algunos de preocupación, tal como lo hicieran autoridades que vienen a cumplir un mandato. Se trata de los representantes de 47 municipios -aunque algunos no pudieron llegar- a quienes sus comunidades les encargaron poner alto a la trata y tráfico de personas, entre otros pedidos.

Desde ayer, este grupo de niños cumple una agitada agenda, pero aguardan el momento de una sesión conjunta con asambleístas departamentales y nacionales, donde podrán expresar todas las necesidades que sufren en sus comunidades.

“Yo vengo a decirles a las autoridades que de una vez por todas no haya más trata y tráfico de los niños porque de sus cuerpos les sacan sus órganos y eso un niño no puede soportar”, dice Javier Altamirano (11) del municipio andino de Bolívar. Jared Arce (9) de la comunidad de Mallco Rancho, en Sipe Sipe, coincide con Javier al señalar que la trata y tráfico es un tema que los asusta mucho, pero también el maltrato de parte de los padres de familia.

Sentado en primera fila, está Brayan Andre (9) de Kami, Independencia, vino tal como lo habrían hecho los adultos de su población, con un casco minero en la cabeza, una chompa manchada con lodo y un pantalón oscuro. Sin embargo, aunque su comunidad atraviesa por conflictos de explotación minera, los más pequeños de esta región tienen un pedido en común, “no tenemos parques, como niños no tenemos dónde jugar”, señala con ceño fruncido.

Para Beymar Peredo (9) es otra la situación. “A mi me han dicho que no tenga miedo, que hable y diga lo que siento. Mi comunidad es bonita, tenemos escuelas bien y hemos hecho olimpiadas”, cuenta el representante de Pojo.

QUILLACOLLO En Quillacollo los estudiantes más pequeños, de inicial y primero de primaria, también salieron a las calles, en una bulliciosa manifestación, que inició en la plaza Siles -de las Sirenas- y terminó en la plaza 6 de Agosto. Con pancartas en mano exigen el cumplimiento de sus derechos, pero también recuerdan que tienen obligaciones.

Trabajadores rechazan actos

Los niños trabajadores de Cercado -limpia parabrisas, lustrabotas y en los cementerios, entre otros- rechazaron, desde hace dos años, participar de cualquier acto en conmemoración al Día del Niño por considerarlo “un juego y una burla” a la situación que atraviesan, según informó la concejal Beatriz Zegarra.

“Antes se los nombraba concejales y sesionaban, pero dicen que ya no quieren nada, porque nada de lo que piden se cumple”, declaró la concejal al explicar por qué el Concejo Municipal no planificó nada en conmemoración a la fecha como tenía acostumbrado.

Desde entonces, una norma en favor de este sector fue aprobada, que considera el ingreso gratuito a los parques y museos cada 12 de abril.