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  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
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“LA ESCRITURA DE LOS INSECTOS” ES EL CONJUNTO DE POEMAS QUE TUVO UNO DE LOS PRIMEROS LUGARES EN LA CLASIFICATORIA PARA EL CONCURSO QUE SERÁ EN KENIA

Festival Kritrecht invita a poeta de la Llajta a África

Festival Kritrecht invita a poeta de la Llajta a África



Un anuncio más, como tantos otros en la red social Facebook, llamó la atención del poeta cochabambino Yamil Escaffi Guzmán, porque daba a conocer el concurso del "Festival Kistrecht" de poesía que se efectuará en Kenia-África del 29 de julio al 3 de agosto.

Escaffi es uno de los dos bolivianos que fue invitado a participar en el concurso, sin embargo, requiere de ayuda para cubrir los gastos del pasaje hasta Kenia.

El poeta comentó que su historia comenzó hace dos años, tras haber escrito cinco poemas bajo el título de "La escritura de los insectos", un documento que, de acuerdo con el autor, recolecta aspectos innotables y minuciosos de la realidad.

Los poemas fueron enviados por correo electrónico en noviembre del año pasado a los organizadores del concurso y tras varios meses sin ninguna respuesta favorable había perdido las ilusión de participar e incluso olvidó el tema.

"Fue extraño cuando recibí el primer mensaje", acotó.

Dijo también que uno de los últimos mensajes en su correo, por parte de los organizadores, le pedía la confirmación de su participación.

"Los organizadores me indicaron que enviaron correos y nunca respondí, pero no era porque no quería sino porque nunca los vi", recalcó.

AYUDA La organización del evento corre con todos los gastos en el lugar (África), es decir, paga el hotel, la comida, los paseos y otros.

Es ahí, donde radica el problema del poeta, porque no cuenta con los recursos económicos para llegar hasta Kenia.

“Tengo que pagar el boleto de ida y de regreso y eso es aproximadamente dos mil dólares”, dijo.

Por ello, pide ayuda a instituciones estatales, privadas o aerolíneas.

PERFIL LA carrera de Yamil en el mundo de la poesía comenzó en la infancia. Recordó que se consideraba un niño raro, porque cuando la profesora daba tareas sobre un libro o la invención de un cuento el se sentía feliz.

"Eso era raro porque todos los niños protestaban excepto yo", contó.