Opinión Bolivia

  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
  • Actualizado 19:28

EL CUADRO COLCHONERO SE METIÓ ENTRE LOS CUATRO MEJORES DE EUROPA. DIEGO EL CHOLO SIMEONE DEJÓ FUERA DE COMPETENCIA AL DIRIGIDO POR GERARDO EL TATA MARTINO

El Atlético elimina al Barça

El Atlético elimina al Barça



Un comienzo de partido apabullante, con un gol y tres disparos al poste, lanzaron ayer al Atlético de Madrid a las semifinales de la Liga de Campeones 40 años después y eliminaron al Barcelona, lejos de su mejor versión, anulado casi siempre por el extraordinario esfuerzo de un conjunto rojiblanco formidable.

La salida del Atlético fue imparable. Ni el 1-1 del duelo de ida en el Camp Nou ni la baja de Diego Costa, cuya duda por lesión culminó en ausencia dos horas antes del partido, alteró a un equipo enérgico, con una intensidad ingobernable para cualquier rival, también para un Barcelona superado por el inicio de los locales.

No solo marcó el Atlético en el minuto 5, cuando Koke enganchó en el segundo palo un toque de cabeza de un sensacional Adrián López, el sustituto de Costa en el once, sino que arrinconó al conjunto azulgrana con una fuerza tremenda y con una presión que anuló la salida de pelota y la transición de un agobiado Barça.

Tan exigido, sin un milímetro para maniobrar, con un par o tres hombres rojiblancos al acecho en cada acción, con Gabi insuperable, el Barcelona padeció un sufrimiento inesperado. Solo los postes, tres (el primero fue en la jugada del 1-0), dos de ellos de Villa, minimizaron los daños azulgranas en 20 minutos imponentes del Atlético.

Con el aguante del equipo madrileño tras el formidable esfuerzo del comienzo del choque y las obligaciones del Barcelona entró en juego el segundo tiempo, con susto para el Atlético: Courtois le ganó un uno contra uno a Neymar, al que rebañó el balón en el área y, tras una serie de rechaces, Xavi falló a un metro de la línea, a puerta vacía, con el portero en el suelo y sin opción.

Un aviso fugaz del Barcelona, con mucho más balón, con más precisión, con más verticalidad, más cerca del área pero sin ocasiones ante el conjunto rojiblanco, que esperaba sin fisuras en un cuarto de campo.