Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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DOS FAMILIAS SUFREN POR ACCIDENTES OCURRIDOS EN SUS COCINAS. UNA OLLA DE AGUA HIRVIENDO Y UNA FUGA DE GAS DEJARON LESIONES, DOLOR Y RIESGO DE MUERTE. CLAMAN POR AYUDA ECONÓMICA

Dos niñas se queman en Chapare y madre e hijo en Colcapirhua

Dos niñas se queman en Chapare y madre e hijo en Colcapirhua



Una niña de cuatro años lucha por su vida en el Pabellón de Quemados de Pediatría del hospital Manuel Ascencio Villarroel. Ella es la paciente más grave, de cuatro que llegaron en las últimas horas, víctimas del fuego y del agua hirviendo.

El director del Pabellón, Óscar Romero, aseguró que están haciendo todo lo posible por salvar a la niña, pero admitió que ella corre riesgo de muerte porque tiene el 90 por ciento del cuerpo quemado.

El médico relató que esta pequeña y su hermanita de un año llegaron desde Ivirgarzama, Chapare, con distintas lesiones.

De acuerdo con las declaraciones de uno de sus parientes, estaban muy cerca de un río cocinando.

“Estábamos amarrándonos, asegurándonos cuando vino una oleada y volcó la olla en la que hervía el agua sobre las dos niñas que estaban solitas y cerquita de la olla”. La más damnificada fue la mayor, de cuatro años, pues el líquido caliente la cubrió casi por completo.

La menor, de un año, tiene el 20 por ciento del cuerpo quemado.

“La niña de cuatro años casi entra en coma ayer. El doctor dice que su estado es crítico”, dijo un familiar.

La situación económica de la familia es precaria. No tienen dinero para pagar el alto costo de las curaciones, cirugías, medicamentos y otros procedimientos para garantizar el restablecimiento de las pequeñas. Pidieron la ayuda de la población.

FUGA DE GAS En Colcapirhua ocurrió otro accidente, el jueves 20 de marzo. Una madre entró en su cocina para calentarle la leche a su hijo en una olla.

La mujer de 27 años llevaba al niño en sus brazos, porque acababa de despertar y lloraba de hambre.

Presumiblemente, la manguera de conexión de la garrafa era vieja y tenía una rajadura. El gas fugó y cuando la madre encendió la hornilla con un fósforo, hubo un fogonazo que la quemó a ella y al niño.

El niño de un año tiene profundas quemaduras en el rostro y el 25 por ciento del cuerpo. Las lesiones son de tercer grado. Romero explicó que si bien la vida del pequeño no está en riesgo, el proceso de recuperación será largo y demandará la realización de injertos de piel. “Tendrá secuelas”, dijo. Los niños, por su edad, tienen la cobertura del Seguro Universal Materno Infantil, pero el mismo solo paga tres albúminas y los tres pequeños necesitarán más y sangre.

El director del hospital Viedma, Gastón Osorio, señaló que la madre de 27 años tiene el 60 por ciento del cuerpo cubierto de quemaduras de primer y segundo grado. Ella está en Terapia de Maternidad, por falta de espacio.