Todos y cada uno de nosotros en algún momento hemos jugado este juego que consiste en que una persona se haga responsable de aglutinar gente en un número no mayor a diez ni menor a cinco, para que mediante un sorteo se beneficien en recibir mensualmente la suma acordada de cada una, multiplicada por los miembros del juego, pero lo atrayente e interesante del Pasanaku, es que el responsable, sortea desde el número dos, ya que el número uno le corresponde incuestionablemente a él. De acuerdo a la literatura, el Pasanaku es un sistema básico de financiación usado en Bolivia. Se basa en el compromiso dentro un grupo, por el cual los miembros realizan aportaciones económicas para ser usadas por turnos, normalmente por sorteo o por una necesidad de alguno de los miembros. La operación se repetirá tantas veces como miembros tenga el grupo. Lo que sucede en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar en Chile, lo asemejo a un Pasanaku por lo siguiente: 1.- Generalmente el beneficiado es Chile y siempre Chile, con algunas excepciones, 2.- Se trata también de un beneficio económico, al margen de que obtengan la “gaviota de plata”, reciben una cierta cantidad de dinero como por ejemplo este año “la pájara” recibió nada más ni nada menos, que $us. 15.000.-(quince mil dólares norteamericanos), por haber sido la ganadora en la categoría conjuntos folclóricos, por los motivos superabundantemente conocidos y escuchados en los medios de comunicación.    En consecuencia, si voluntariamente jugamos al Pasanaku, estamos conscientes de que el primer lugar no lo tendremos ¡jamás!, ahora bien, el año pasado en Viña del Mar nos ocurrió lo mismo con la participación de María Juana, incluso se asoció el tema político y la demanda en la Haya para una salida al mar para Bolivia y este año con la participación de Ch’ila Jatun, estoy convencido de que nuestro país no debe participar más en este Pasanaku, debido a que ya sabemos que lo máximo que alcanzaremos es el segundo lugar, al margen de que nos ofenden con la utilización inadecuada de los trajes folclóricos y somos objeto de burla so-pretexto de que se hace arte en este evento. Inclusive, se encuentra en las redes sociales, testimonios de los mismos chilenos que dicen lo siguiente: “El resultado de la competencia folclórica y sin perder objetividad ante un procedimiento equivocado, por parte de la presidente del jurado y de la organización de este festival, ha sido la peor de todos los tiempos”. Pero lo importante y relevante es que al margen de esto Ch’ila Jatun ha sido condecorado y reconocido como corresponde por nuestras autoridades tanto nacionales como departamentales y si bien no han ganado la “gaviota de plata” y que “la Pájara”, ha sido acreedora del primer lugar gracias a la paloma, Ch’ila Jatun tiene el Cóndor de los Andes, la estrella de la fama y el reconocimiento de todos los bolivianos.