Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
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HACE CUATRO AÑOS PERDIÓ LA PIERNA EN UN ACCIDENTE OCASIONADO POR UN CONDUCTOR EBRIO, HOY HACE RESPETAR LAS NORMAS VIALES EN UNA ROTONDA PARA QUE NADIE CORRA SU MISMA SUERTE

“El Coronel Rodo” se ganó el respeto de vecinos y choferes

“El Coronel Rodo” se ganó el respeto de vecinos y choferes

Rodolfo Choque Negrete, conocido por los vecinos de Colcapirhua como “El Coronel Rodo”, es una emulación perfecta de un policía que controla el tráfico vehicular, sin embargo, a diferencia de un uniformado, él no gana un sueldo, solo el respeto de peatones y conductores y algunas monedas que le dejan

La imprudencia de un chofer en estado de ebriedad derivó en un accidente que, hace cuatro año, no solo mutiló  la pierna derecha de Rodolfo Choque Negrete, sino también sus proyectos de vida

Sin embargo “El Coronel Rodo” demuestra que la fuerza no proviene únicamente de la capacidad física, sino de la voluntad del alma, es así que tomó su muleta y, desde su domicilio ubicado en Chakimayu (Sacaba), se dirige casi todos los días hasta la rotonda del kilómetro 9 de la avenida Blanco Galindo para controlar el tráfico vehicular y así evitar que otras personas corran su misma suerte. “Al principio algunos se reían pero otros me felicitan”, cuenta Rodolfo

Desde su primera experiencia hasta la fecha, la diferencia es notable, pues en la actualidad “El Coronel Rodo”, sin temor alguno, se para frente a los vehículos que están a la espera de que el semáforo cambie de rojo a verde y con un fuerte silbatazo autoriza a los peatones que pasen al otro lado de la avenida. Además, en caso de ser necesario, impide la circulación de los autos si una persona de la tercera edad o un niño quiere cruzar la vía

Este tipo de acciones le demandan gran movimiento y, claro, prolongadas horas de exposición al sol

“Llego hasta la rotonda a las siete de la mañana y me quedo hasta las cinco o seis de la tarde. A veces me voy más antes si hace mucha calor”, cuenta Rodolfo e indica que, de cuando en cuando, suelta su muleta y se sienta a descansar en la jardinera de la avenida Blanco Galindo.
Mientras esto pasa, algunos  vecinos del lugar le proporcionan agua o algo de comida. “Me alegra mucho que este muchacho se preste a esto gratis”, comenta un joven, Juan Cortez, a tiempo de darle unas monedas

Luego, Rodolfo retorna a sus agitadas funciones que están a poco de terminar con su sexta muleta

Hasta la fecha “El Coronel Rodo” rompió cerca de media decena de muletas porque, además de circular de un aldo al otro de la avenida durante un promedio de 10 horas diarias, camina dos kilómetros hasta su domicilio porque el transporte que toma desde la avenida Blanco Galindo le deja a esa distancia.
UNA MULETA DE METAL Hablar de su muleta reduce la energía que caracteriza a la voz de este joven de 23 años, pues lamenta saber que con la ocupación que tiene no puede ahorrar lo suficiente como para comprarse la muleta de metal con la que tanto sueña

Con los ojos enrojecidos Rodolfo comenta que la muleta con la que ahora se desplaza de un lugar a otros se la regaló un hombre procedente de Estados Unidos, quien antes de irse a su país le sacó varias fotografías para recordarlo como un joven valeroso. Sin embargo, esa fue a última vez que una persona le dio una ayuda así

Más allá de esta situación, lo que más deprime a Rodolfo es saber que la cirugía de su pierna no fue tan exitosa pues uno de sus huesos cortados “está saliéndose y me pincha”, dice

“Se suponía que el chofer tenía que pagar los gastos de mi operación hasta que estuviera bien pero me ha dejado en el hospital”, reclama Rodolfo. Recuerda que el conductor le ofreció cielo y tierra con la intención de que no surgiera mayor problema por su irresponsabilidad pero lo dejó con una cuenta elevada que pagar. “Dios sabe, él es grande”, dice Rodolfo, mientras se limpia las lágrimas que derrama de impotencia.

Su familia.

La madre de Rodolfo Choque está enferma, por esta razón él es responsable de sus hermanitos menores

Pese a que su madre está delicada, continúa saliendo a las calles para vender arrope y así aportar con algo de dinero a la economía de su hogar.

Vivencias.

“El Coronel Rodo” tiene varias anécdotas y casos importantes que contar

Una de ellas tiene que ver con un chofer que pasó por alto un semáforo rojo justo cuando una viejita estaba cruzando la avenida. Luego de atropellarla se dio a la fuga pero, para fortuna de la Policía, Rodolfo anotó la placa y lograron dar con el autor. Otro hecho sucedió cuando un grupo de cleferos le robó su mochila y lo expulsaron de la rotonda de la avenida Beijing porque supuestamente les quitaba trabajo.

Seis hermanos menores tiene Rodolfo

detalles Rodolfo Choque Negrete es el mayor de siete hermanos, del total, tres están bajo su responsabilidad, dos mellizos de siete años y un menor de 11

Su anhelo es que sus hermanitos menores salgan profesionales para que lo ayuden a superarse.

Uniforme donado por la Policía

La Policía de Quillacollo regaló a Rodolfo Choque, hace algún tiempo, un chaleco y un silbato para incentivarlo. Además, él se compró una libreta donde apunta las infracciones.

Gana 30  bolivianos al día

Pese a que las funciones que “El Coronel Rodo” cumple son de gran importancia para la sociedad, él no recibe ningún sueldo y espera la caridad que los conductores y peatones le otorgan

Algunos días logra reunir hasta 30 bolivianos, lo que le permite mantenerse y a ayudar a su familia.

Respalda el trabajo de la Policía

aportes El hecho de que “El Coronel Rodo” permanezca por periodos prolongados en la avenida Blanco Galindo le permite ser testigo de una serie de accidentes. Por esta razón, muchas veces los policías le piden su versión para comprender ciertos sucesos

“Si algún conductor quiere escaparse yo anoto su placa y luego se lo paso a los policías”, cuenta Rodolfo