En las últimas décadas, las computadoras se han convertido en una parte de la vida cotidiana. Se utilizan para enviar correos electrónicos, escribir un informe de la escuela, buscar recetas de cocina, ver videos, escuchar música y jugar. También hay a quienes les sirve para no perder de vista el balance de su cuenta bancaria, pagar servicios, para estudiar las últimas estadísticas del fútbol, para dirigir llamadas telefónicas y conversar por el chat, videoconferencias o facebook. Inclusive, pueden usarse para ayudar a conducir un automóvil.

Desde hace algunos años se han convertido en parte integral de la ciencia moderna, desde la meteorología hasta la biología molecular, astronomía y ciencias ambientales. Son esenciales para ayudar a los científicos a entender el mundo incorporando resultados y datos para tener una recreación de un mundo físico virtual en su pantalla. Por otro lado, se utiliza en el campo de la computación gráfica para las imágenes digitales, efectos especiales y la animación que se utilizan en películas, programas de televisión y publicidad y en medios impresos.

La informática y el medioambiente

Los aparatos electrónicos, en especial las computadoras, son una mezcla explosiva que afecta a las personas y el medioambiente.

Los metales pesados que contienen, como son el plomo, mercurio, cadmio y berilio, pueden causar el deterioro intelectual en niños y dañar el sistema nervioso, sanguíneo y reproductivo, los riñones, los huesos y el cerebro.

Éstos y otros materiales tóxicos también son perjudiciales para la naturaleza y la capa de ozono. Muchos creen que las computadoras son artículos desechables pero no es así porque contaminan el suelo, el aire y el agua. La solución, según los expertos, es que los usuarios se hagan responsables de sus computadoras viejas y reciclarlas.