Opinión Bolivia

  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
  • Actualizado 06:46

UNA PUBLICACIÓN EN LA PÁGINA OFICIAL DE LA COMPETENCIA SEÑALA QUE SU DIRECTOR QUEDÓ ENCANDILADO CON BOLIVIA Y QUE LA ETAPA FUE HISTÓRICA

Nueva capital del Dakar

Nueva capital del Dakar



Por primera vez en su historia, una etapa del Dakar ha transcurrido por Bolivia. Esta incursión en el altiplano, con los 3.700 metros de altitud del vivac para motos y quads situado en la localidad de Uyuni, vendrá seguida de un nuevo recorrido por Bolivia este mismo lunes tras la salida de la 8ª etapa, en el curso de la cual se atravesará la frontera y se llegará a la meta en territorio chileno. El director del rally, Étienne Lavigne, y el presidente Evo Morales han hecho hincapié en el éxito espectacular de este acontecimiento novedoso en la historia del Dakar.

En el marco estricto y sobrio de la estructura de tela instalada en el interior del cuartel del Regimiento de Infantería de Uyuni, el presidente de Bolivia, Evo Morales, y el director del Dakar, Étienne Lavigne, han hecho un primer balance de la llegada de la prueba a suelo boliviano.

Étienne Lavigne ha destacado el éxito excepcional de esta primera jornada: “Me falta la respiración, efectivamente, pero sobre todo me faltan palabras para describir lo que ha pasado hoy aquí: 350.000 personas es una cifra espectacular para esta edición, pero es que es espectacular para el conjunto de la historia del Dakar”.

Ese ambiente de fiesta en una pequeña localidad de 16.000 habitantes absolutamente engalanada, con todos los accesos abarrotados por espectadores procedentes de todo el país, ha ofrecido la imagen de una Bolivia entusiasta, abierta y bondadosa. Rara vez nos encontramos en el Dakar con un país que muestre este fervor que, en palabras del presidente de la República boliviana, ha transcendido a todos los estamentos de la sociedad.

En Noel Mariaca, donde terminaba la sección cronometrada, se concentraban varios millares de personas que, aun blandiendo banderas bolivianas, animaban sin cesar a todos los pilotos que hacían su aparición.

En las callejuelas de la ciudad no cabía ni un alma, y las cuerdas extendidas a lo largo de las aceras servían para mantener a la multitud a cierta distancia del podium y de los lugares por los que pasaban los competidores. Uyuni ha dado un ejemplo absoluto de civismo deportivo; por su parte, Evo Morales ha podido ver a un pueblo generoso y solidario que animaba a todo el mundo.