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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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Fracaso escolar

Fracaso escolar
Al final del proceso de enseñanza - aprendizaje se mide el resultado de la calidad de la educación impartida, y este resultado en términos generales refleja el éxito o el fracaso escolar. Intentaremos justificar el por qué del resultado. Cuando hablamos de fracaso escolar hacemos referencia al rol y a la intervención que tuvieron los profesores, los padres de familia y las autoridades en el proceso educativo.

Considerando el modelo educativo sociocomunitario productivo y sus cuatro dimensiones del ser, saber, hacer y decidir. Y desde un punto de vista simple, práctico, crítico y de la realidad. Fácilmente podremos concluir que el resultado del actual sistema educativo plurinacional es positivo, evolutivo, constructivo y que todos los estudiantes fueron promocionados al curso inmediato superior. Pero, esta conclusión futurista, quizá recién ocurre de aquí a 11 años cuando se tenga el producto de la Ley de Educación Avelino Siñani - Elizardo Pérez. Mientras tanto la sombra del fracaso escolar seguirá presente en el resultado del proceso educativo.

El fracaso escolar se mide por la cantidad de estudiantes reprobados, aplazados, los que perdieron el año. Pero el fracaso escolar se puede considerar que es responsabilidad del profesor. Esta afirmación al rol de los profesores provoca sin duda alguna una ola de críticas, que en muchos casos no tiene fundamentos ni argumentos sólidos, porque a los profesores se les remunera por enseñar, por educar, por formar y por ser ejemplos de vida.

El fracaso escolar también es el resultado de la formación docente, se afirma que los paradigmas como el conductismo y el constructivista, siempre estuvieron orientados a satisfacer las necesidades de expansión y dominio cultural de las grandes potencias mundiales. Por eso el fracaso escolar es producto de una educación cerrada, oprimida, estratificada, discriminadora, aislada, nada participativa, autoritaria, consumista y materialista. El estudiante es considerado una ficha, un número, un objeto, un ente que solo tiene una dimensión humana, la cognitiva que sirve para repetir, memorizar y aprender mecánicamente, y se olvidaron que el estudiante también tiene una dimensión afectiva, social y espiritual. La educación no cambiará, si no cambia el profesor, si no asume el nuevo rol de apoyar a educar en la calle y en el hogar.

El fracaso escolar es también responsabilidad de los padres de familia, porque se olvidaron de amar a sus hijos. De las autoridades políticas, porque se olvidaron de mejorar las condiciones de vida. De los curas, de los pastores, de los sabios espirituales, porque se olvidaron de enseñar que Dios es amor.