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  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
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EL PRIMER ACUSADO ES UN CHUQUISAQUEÑO QUE MATÓ A SU ESPOSA A PUÑALADAS Y DELANTE DE SUS HIJOS

Fiscalía presenta primera acusación por feminicidio

Fiscalía presenta primera acusación por feminicidio



La Fiscalía presentó la primera acusación formal por feminicidio desde la entrada en vigor, en marzo pasado, de la Ley contra la violencia machista, que castiga el asesinato de una mujer con 30 años de cárcel sin posibilidad de indulto, informaron ayer fuentes oficiales.

El acusado es un hombre de 36 años del departamento de Chuquisaca, que asesinó a su esposa en abril pasado asestándole tres puñaladas en presencia de su hijo de cuatro años, según señaló un comunicado del Ministerio Público.

"De esta manera estamos cumpliendo con los plazos que establece la ley, en las investigaciones de este caso, que ha causado total conmoción en la población sucrense y boliviana", dijo el fiscal general del Estado, Ramiro Guerrero.

La Fiscalía espera "que se sancione con la pena máxima al acusado".

Según datos de la Defensoría del Pueblo y de ONU-Mujeres, Bolivia es el país con índices más altos de violencia contra las mujeres en Latinoamérica y el segundo, después de Haití, en violencia sexual.

Ante estos datos, y tras la conmoción que generó en el país a principios de año el asesinato de una periodista a manos de su exmarido policía, el Gobierno aprobó con urgencia la Ley para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia, que recoge nuevos tipos penales para castigar la violencia machista.

Sin embargo, la nueva norma no ha mostrado la eficacia esperada, a juicio de instituciones como la Defensoría del Pueblo y de otras organizaciones civiles.

El pasado lunes, con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, centenares de mujeres marcharon en las ciudades de La Paz y El Alto para denunciar que las agresiones continúan.

En lo que va de año, al menos 89 mujeres fueron asesinadas en Bolivia, con una media de dos muertes por semana, según datos de la Defensoría.

Esta institución también llamó la atención sobre la saña con la que se producen estos ataques, ilustrada por las 28 mujeres que en 2012 fueron enterradas sin que se pudieran identificar sus destrozados cuerpos.