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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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Interacción social

Interacción social
La Educación Superior supone el desarrollo de competencias basadas en los saberes conceptuales, procedimentales y actitudinales, es decir, la generación de conocimientos, destrezas y actitudes. Nuestro sistema educativo, desde la educación básica, enfoca su valoración al aprendizaje de conocimientos sobre otros saberes. Los estudiantes con más alto rendimiento son aquellos cuya inteligencia y memoria les permite asimilar conocimientos y responder asertivamente un examen o cuestionario.

En las universidades, lamentablemente, se ha sostenido esta priorización. Por eso, se mantienen los exámenes como los instrumentos principales de evaluación. Las actividades del estudiante, en su mayoría, son desarrolladas en el aula y el docente se mantiene como la fuente de información oficial de la materia, fuera de los textos, que en su mayoría, no son productos de investigaciones científicas hechas en Bolivia.

Todo profesional debe ejercer sus funciones en el marco de las demandas y necesidades de la sociedad boliviana, sin embargo, la mayor cantidad de material bibliográfico, utilizado por los docentes universitarios para su cátedra, es producto de investigaciones y datos de contextos diferentes al nuestro. Por eso, un profesional recién titulado es apto para resolver ejercicios teóricos. pero no tiene la seguridad suficiente para dar solución a problemas cotidianos de su unidad de trabajo. A raíz de esto, en las convocatorias públicas de trabajo se exige experiencia laboral mínima. La docencia universitaria debe encontrarse en función de la Interacción Social Universitaria. La parte práctica de sus materias no consiste en la múltiple resolución de ejercicios de textos planteados, sino en el desarrollo de experiencias de trabajo, en el marco de la Interacción Social (no confundir con Extensión Universitaria). La formación debe salir de las aulas ya que el profesional no trabaja en ellas y sus pruebas de evaluación deben involucrar el desenvolvimiento del estudiante para atender los problemas diarios en una fuente de trabajo o emprendimiento laboral.

Considerando ello, diversas carreras han implementado en su plan de estudios, la realización de prácticas empresariales o la modalidad de titulación conocida como “Trabajo Dirigido”, sin embargo, éstas se han desvirtuado: Algunas empresas no aprovechan el desempeño de los próximos profesionales y les encargan tareas de correspondencia y mensajería, cotizaciones o, inclusive, servir

café al personal. Otras empresas encargan al practicante, labores profesionales pero prolongan intencionalmente el período de tales prácticas, inclusive por varios años, sin ánimo de contratarlo como trabajador. Estos aspectos deben ser regulados y controlados jurídicamente.