América Latina es ejemplo en la lucha contra el hambre, dice directivo de FAO
América Latina y el Caribe, donde el número de personas que pasan hambre se ha reducido a casi la mitad en trece años, son un ejemplo en la lucha contra ese problema, aseguró el representante regional de la FAO, Raúl Benítez.
En términos porcentuales, esto equivale a una caída del 14,7 por ciento de la población al 7,9 por ciento , lo que acerca a la región a cumplir con el primer Objetivo del Milenio, que propone reducir a la mitad entre 1990 y 2015 las personas que padecen hambre.
"Eso básicamente se debe al enorme compromiso político que hay en la región y también a otros factores", como el crecimiento económico, la mejora en los precios internacionales de las materias primas y la estabilidad política y social, subrayó el responsable de la FAO.
También ensalzó los esfuerzos de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que este año no solo asumió el problema como un desafío regional sino que adoptó un plan de acción que cuenta con el respaldo de Naciones Unidas.
Explicó que los países que han tenido éxito en la lucha contra el hambre son los que han aplicado un enfoque "de doble vía", una estrategia consistente en ayudar a los más vulnerables con acciones directas, como transferencias condicionadas o programas de alimentación escolar, al tiempo que se generan condiciones a largo plazo para que esos grupos puedan salir de la pobreza.
Según este economista argentino, en la región "uno encuentra muchos ejemplos" de países exitosos en la lucha contra el hambre, "y no necesariamente de un (mismo) color político".
Otros están más rezagados. "Tenemos que tener planes especiales para aquellos países donde el problema de seguridad alimentaria afecta de manera notable a una gran parte de la población", subrayó Benítez.
Sobre las causas de la falta de disponibilidad de los alimentos, señaló que "en algunos casos es el acceso a los alimentos y en otros, la producción de alimentos", y eso a pesar de que en su conjunto, la región es exportadora neta de ellos.
El crecimiento económico no es suficiente para erradicar el hambre si esa bonanza no es compartida, según sostiene la FAO.
"Para ellos, la única respuesta posible es mayor compromiso, mayor trabajo y mayor inteligencia puesta al servicio de erradicar el hambre en la región", concluyó.