Nueve de cada diez niños con cáncer del hospital del Niño Manuel Ascencio Villarroel provienen de familias con escasos recursos económicos que les impiden continuar con su tratamiento, según informó la jefa del Servicio de Oncología Pediátrica de este nosocomio, Beatriz Salas.

Víctor Molle es un niño de 10 años de edad, proveniente del municipio de Arque. En noviembre del año pasado le detectaron la leucemia y no sabe con precisión cuánto tiempo tardará su tratamiento, sólo sabe que le duelen mucho los pies y la espalda, su madre Martina, se trasladó desde su comunidad para acompañarlo.

Al igual que Víctor decenas de niños comparten la misma situación, vienen de comunidades alejadas o zonas deprimidas de la ciudad y generalmente con familias de escasos recursos económicos.

De los 164 niños diagnosticados en 3 años sólo 64 siguen su tratamiento. Salas explica que la mayoría de los niños provienen de sectores deprimidos como la zona sur, y provincias alejadas del departamento, Potosí, Oruro y Riberalta.

Los niños requieren entre tres y 15 mil bolivianos para cubrir las tomografías, ecografías y resonancias.

“Las familias que ya no pueden cubrir su curación, se retiran a sus casas a esperar lo peor”, acotó la jefa de prensa de la red ATB, Angélica Lazarte, quien impulsa la Telemaratón 2013 en pro de un proyecto que permitirá superar algunas de las limitaciones para su atención.