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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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INVESTIGADORES DE LA UNIVERSIDAD DE CALIFORNIA SEÑALARON QUE QUIENES SUFREN HIPERSEXUALIDAD NO TIENE SIMILARES CARACTERÍSTICAS A LOS DEPENDIENTES DE TÓXICOS

Científicos niegan con estudio que exista la adicción al sexo

Científicos niegan con estudio que exista la adicción al sexo

En los últimos años, famosos como el actor Michael Douglas o el golfista Tiger Woods han atribuido sus infidelidades a una supuesta adicción sexual y han asegurado haber participado en terapias diseñadas para superar esa condición. Pero, ¿realmente se puede ser adicto al sexo como al alcohol o la cocaína?

Para responder a esta pregunta investigadores de la Universidad de California-Los Ángeles (UCLA, por sus siglas en inglés) llevaron a cabo un estudio con el que buscaban determinar si el cerebro de las personas que padecen de hipersexualidad actúa de la misma manera que el de los adictos a las drogas.

En la última edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM 5), considerado la Biblia de la psiquiatría, las adicciones al sexo no han sido incluidas.

Ahora, analizando las respuestas cerebrales de personas que tienen problemas para controlarse ante el visionado de imágenes sexuales, los investigadores de la UCLA han concluido que el comportamiento de esos individuos tiene más que ver con una libido elevada que con una adicción.

La pérdida del control sobre los impulsos sexuales puede conllevar problemas personales y económicos.

"Queríamos averiguar si el cerebro de las personas que presentan problemas de hipersexualidad responde igual que el de los adictos a las drogas", explicó Mundo Nicole Prause, una de las autoras del estudio. "Es increíble lo que se ha extendido el uso del término ´adicción sexual´, sobre todo en EEUU, sin que tenga una base científica", dijo.

"En nuestro estudio esperábamos encontrar una relación entre la hipersexualidad y la respuesta del cerebro a las imágenes de sexo, pero no la hallamos".

En la investigación diseñada por Prause y su equipo participaron 52 voluntarios (39 hombres y 13 mujeres) con edades comprendidas entre 18 y 39 años, que dijeron tener problemas para controlarse ante la visión de imágenes sexuales.

En primer lugar, los participantes rellenaron varios cuestionarios sobre diversos temas relacionados con la sexualidad. Los resultados de los voluntarios eran muy similares a los de aquellos que buscan ayuda médica por una supuesta adicción al sexo.

Después midieron la respuesta cerebral de los participantes mientras se les mostraban una serie de fotografías elegidas para evocar tanto sensaciones agradables como desagradables, y que incluían imágenes de cuerpos desmembrados, personas cocinando o esquiando y, por supuesto, escenas de sexo explícito.