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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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LA POCA EFECTIVIDAD DE LA ACTUAL NORMA NO PERMITE CONTROLAR LA CONTAMINACIÓN ACÚSTICA EN EL CERCADO. LA NUEVA, QUE ES ANALIZADA EN EL CONCEJO MUNICIPAL, SERÁ MÁS DRÁSTICA

Bocinazos serán sancionados en nueva ordenanza con multas

Bocinazos serán sancionados en nueva ordenanza con multas



“Los autos públicos tocan bocina hasta para conseguir pasajeros. Es injustificable”, reclama un fisioterapeuta que tiene su consultorio en las avenidas Ayacucho y Heroínas. Al igual que él, la población que realiza actividades en el casco viejo se queja por el exceso de contaminación acústica que no es regulada oportunamente por las normativas actuales.

En vista de la poca efectividad de la normativa 2228, que actualmente rige y está orientada a regular la contaminación acústica en el departamento, en esta gestión entrará en vigencia una ordenanza que sancionará ruidos hasta de “tipo móvil”.

El congestionamiento vehicular que caracteriza a ciertas calles de la ciudad se traduce en constantes bocinazos que, más allá de generar una sensación fastidiosa, es un tipo de contaminación que afecta al oído interno e incluso produce lesiones irreversibles.

NUEVA ORDENANZA Según el jefe del departamento de Gestión de Calidad del Aire de la Alcaldía de Cercado, Álvaro Garnica, el documento está en la fase final de evaluación en el Concejo Municipal.

Explica que a diferencia de la normativa 2228 -del año 2008- que sólo regula la contaminación acústica generada en espacios fijos, la que está en proceso de aprobación sancionará el exceso de sonido producido por fuentes móviles.

Los ruidos que entran en esta categoría son aquellos producidos por los altavoces, bocinazo, parlantes, amplificadores, sirenas, entre otros. Además en la lista están los “roncadores”, escapes, la aceleración violenta e incluso los vehículos que por su mal estado suenan en exceso.

SONÓMETROS El director de la Secretaría de Protección de la Madre Tierra de la Alcaldía de Cercado, Germán Parrilla, informa que la pasada gestión adquirieron un lote de sonómetros para controlar los ruidos que se registraran en la ciudad.

Añade que los funcionarios encargados de hacer cumplir la futura ordenanza serán sólo diez y procederán a determinar si una fuente es ruidosa o no, ubicándose a 15 metros de la misma. Las sanciones para los infractores son de tipo económico.

Según Garnica los ciudadanos pueden exceder este parámetro de sonido establecido hasta con cuatro decibeles, pero no más.

Comportamiento del ruido

Para hacer efectivo el control el Departamento de Gestión de Calidad del Aire de la Alcaldía tiene una estrategia, que consiste en elaborar un mapa acústico que refleje el comportamiento del ruido en diferentes zonas del municipio.

Según el jefe del departamento de Gestión de Calidad del Aire de la Alcaldía de Cercado, Álvaro Garnica, un mapa de este tipo “es moroso” de elaborar y tardaría más de seis meses. Sin embargo, los miembros de la unidad ya ejecutaron una primera fase que arrojó algunos resultados previos.

Uno de ellos es que el ruido en Cercado excede el límite permitido con 15 decibeles.

“No se puede vivir así. Los choferes no respetan a la gente y pitean por todo y por nada”, declara enojada la propietaria de una imprenta de la Heroínas y Junín, Marisol Vocal.

En ese sentido, una de las disposiciones de la nueva normativa prohíbe la comunicación entre los choferes con su entorno a través de las bocinas. En reemplazo propone usar el apagado y encendido de faroles.

Bocinazos lesionan oído interno

Otorrinolaringólogo

Raúl Avendaño

Es necesario señalar que la exposición a ruidos que superan los 80 decibeles puede generar traumas acústicos en las personas. Este tipo de lesiones afectan al oído interno y en algunos casos provocan lesiones irreversibles.

Un trauma de primer grado puede sucederle a cualquier individuo en cuestión de instantes. Por ejemplo, si uno se para a un metro de distancia de un auto que lanza un bocinazo de más de 60 decibeles de hecho quedó afectado.

Muchas veces dejamos pasar este tipo de eventualidades, pero si no queremos dañar más los oídos es necesario dejar de exponerse a este tipo de contaminación.

Una persona puede darse cuenta que está afectada por el ruido cuando registra molestias como un zumbido constante en los oídos, sordera progresiva, mareos, entre otros.

Vehículos los más contaminadores

Los peatones no respetan las normas viales y eso genera que los conductores expresen su molestia a través de los bocinazos, dice el representante del Comité de Defensa Ambiental de Cochabamba (Codac) Jaime Ponce.

¿A qué chofer no le pone furioso que una persona se cruce por delante?, cuestiona Ponce, a tiempo de argumentar que hoy en día las personas para infringir las reglas justifican que tienen prisa.

Sin embargo, en este panorama -que se registra a diario en el centro de la ciudad- juegan dos tipos de intereses, de quienes quieren circular en auto y de los que buscan caminar.

“Este choque de necesidades concluye en exceso de ruido”, asegura Ponce.

CAUSAS Los ambientalistas apuntan al parque automotor como la principal fuente generadora de contaminación acústica, esto es producto del sonido que producen sus motores y los bocinazos.

En la misma línea de fuentes de contaminación figuran los centros de diversión nocturnos, que se caracterizan por funcionar en horarios en los que los vecinos descansan.

Ponce destaca que este panorama de diversión es aún más intenso en áreas periurbanas, tal es el caso de los locales que están a lo largo de avenida Blanco Galindo.

Otro factor que contribuye a la contaminación es la industria. En el registro de denuncias de Codac figuran algunas quejas por el ruido que provocan las barracas y las carpinterías.

En ese sentido, el otorrinolaringólogo Raúl Avendaño indica que además de afectar al vecino, este tipo de actividades laborales dañan al mismo obrero. “Es parte de la responsabilidad de la empresa dotar de protectores de oídos a sus empleados”, dice.

Respecto a los afectados indirectos -vecinos-, Ponce dice que una opción para frenar el ruido es la creación de un espacio donde sólo funcione la industria.

La Alcaldía tiene tabla para identificar zonas sensibles

Algunas zonas del municipio son más sensibles al exceso de ruido que otras, por ello, el Departamento de Gestión de Calidad de Aire de la Alcaldía de Cochabamba elaboró una tabla para identificarlas.

La clasificación divide a Cercado en cinco tipos de áreas acústicas. El primer tipo es “área de silencio”. En este espacio la sensibilidad acústica es alta ya que ahí están instaladas infraestructuras que merecen una protección especial a la contaminación acústica. Se trata de instalaciones educativas, culturales y sanitarias.

“Nosotros no nos podemos concentrar en época de exámenes gracias a las fraternidades que ensayan en la plazuela Sucre”, reclama la estudiante de la carrera de Comunicación Social de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), Neyza Escóbar. La mayor parte de las aulas de las carreras de la Facultad de Humanidades de la UMSS colindan con dicha plaza.

Según el docente de la misma carrera Jorge Luis Flores el problema es constante porque, además de las amplificaciones de los grupos de baile, también lidian con el parque automotor que circula por la calle Sucre.

El segundo tipo es denominado “levemente ruidoso”, por ello, requiere una protección alta contra el sonido. Los espacios comprendidos en su interior son las residencias y áreas verdes.

El tercero en la nómina, alberga zonas que toleran la contaminación acústica como los hospedajes, oficinas, comercios y las áreas deportivas y recreativas.

Según el director del departamento de Gestión de Calidad del Aire, Álvaro Garnica, en los espacios mencionados previamente “no habrá tanto control” como en las dos primeras categorías. Esta clasificación determina los lineamientos de acción del personal de la unidad.

NADA Los dos últimos tipos de áreas acústicas tienen poco o nada de sensibilidad al ruido. Por ejemplo, en el nivel cuatro es posible el funcionamiento de la industria y el servicio público. Además en el último tipo es posible la ejecución de espectáculos públicos y el funcionamiento de transporte férreo y aéreo.

Por su parte, los vecinos de las inmediaciones del aeropuerto esperan que tras el funcionamiento de la normativa los aviones habiliten una pista que esté alejada de las viviendas. “Las cosas se caen cada vez que pasa un avión. Nada puede estar en la mesa”, señala una vecina que guarda su identidad.

DENUNCIAS Entre tanto se apruebe la nueva ordenanza, Garnica indica que las personas pueden realizar sus denuncias sobre contaminación acústica en la Dirección de Protección de la Madre Tierra (Sucre y 25 de Mayo).

DAYANA FLORES A.

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