Al menos un 70 por ciento de transexuales, homosexuales y bisexuales en Bolivia sufre agresiones. Esa dura realidad que fue revelada por el estudio “Situación de las poblaciones TLGB en Bolivia”, promovido por Conexión, Fondo de Emancipación.

La agresión más frecuente se manifiesta en amenazas e insultos, seguida de las agresiones humillantes.

Después se encuentra la discriminación, principalmente a transexuales, en un promedio del 50 por ciento y hasta 25 por ciento a los homosexuales (gays y lesbianas) y bisexuales. Estos últimos reportan menor discriminación porque no son visibilizados.

Esta investigación presenta los grados de homofobia, violencia, discriminación y maltrato a la población de transexuales, lesbianas, gays y bisexuales. Muchas veces se pone a las personas con diversa orientación sexual en un solo “saco”, sin embargo, la discriminación y agresiones la sufren en mayor proporción los transexuales, que son personas que se transforman de mujer a hombre y viceversa.

El maltrato baja cuando se trata de lesbianas y gays, pues generalmente no se los distingue porque actúan, en el caso de una mujer, como cualquier otra con la diferencia de que tiene inclinaciones por otra mujer. Similar situación ocurre con los hombres.

La discriminación y las agresiones bajan más aún en los bisexuales, pues tienen inclinaciones por ambos sexos y se los ve como los heterosexuales, con parejas del otro sexo, de manera normal.

La consultora de Conexión María del Carmen Sánchez afirmó que esta investigación determina con información cualitativa y cuantitativa los grados de homofobia y discriminación en los sistemas educativos, de salud y del empleo. Se estudió la afiliación religiosa, los sistemas de intercomunicación, la familia, los grados de aspiración de derechos, la calificación de la calidad de servicios y otras dimensiones que afectan a la población TLGB.

Para Sánchez, esta información es valiosa como base para el diseño de políticas y acciones futuras destinadas a lograr leyes y normas que beneficien a las personas con diversa orientación sexual.

Por su parte, David Aruquipa Pérez, presidente de la Asociación de Colectivos Transexuales, Lesbianas, Gays y Bisexuales (TLGB) del departamento de La Paz, manifestó que uno de los principales desafíos de este sector es enfrentar las rígidas barreras discriminatorias y excluyentes, con un estado y una sociedad construidas sobre una estructura patriarcal y para una población heterosexual. La sociedad ha establecido un modelo de orientación sexual y de organización familiar formadora de identidades sexuales y de convivencia social predominante que discrimina a las personas que no se encasillan en esos parámetros.

Aruquipa Pérez dijo que la Ley contra el Racismo y toda forma de Discriminación ha tenido un efecto positivo y despierta esperanzas en la población TLGB. Sin embargo, menos del 30 por ciento de los entrevistados tiene conocimiento de las disposiciones legales existentes a favor de sus derechos.
RESULTADOS El estudio consisitió en una encuesta a 632 personas mayores de 18 años de La Paz, El Alto, Cochabamba, Santa Cruz, Oruro, Sucre, Potosí, Tarija, Trinidad y Cobija.

Los entrevistados revelaron que la violencia psicológica es la más frecuente en todos los casos y todos los ámbitos.

Los operadores de justicia y de la Policía resultan ser las instituciones que peor servicio brindan a las personas TLGB.

El 71.4 por ciento de la población transexual y 22 por ciento de lesbianas reportó maltrato.

El 28,8 por ciento de los(as) encuestados(as) tiene conocimiento bueno de leyes, normas y principios nacionales e internacionales que apoyan a las poblaciones TLGB y sólo un 2,2 por ciento tiene un conocimiento muy bueno de los mismos.

Cuando se preguntó a los encuestados si existiese una ley a favor del matrimonio homosexual, el 30 por ciento de las poblaciones TLGB respondió que, con mayor probabilidad, se uniría legalmente a su pareja.

La población boliviana tiene actitudes hacia las personas TLGB intermedias entre la homofobia y la indiferencia. Las ciudades más grandes como La Paz, Cochabamba y Santa Cruz son las más homofóbicas.

Un tercio de las poblaciones TLGB ha sufrido algún tipo de discriminación en una institución educativa. La población transexual es la más discriminada en los centros educativos (47,4 por ciento ).

Acceso a la educación limitado

Las poblaciones de mayor acceso a la educación son las lesbianas y gays.

Sin embargo, hay discriminación en los centros educativos cuando se descubre a alguna pareja y la separan o la expulsan.

En los servicios de salud las transexuales reciben malos tratos. El personal conoce el discurso de no discriminación, pero no lo pone en práctica.

En el ámbito del empleo e ingresos, estas poblaciones se dedican a trabajos sexuales comerciales. Las travestis, si tienen la habilidad de ser peluqueras hallan su salvación, de lo contrario tienen que dedicarse al trabajo sexual. “Si no se tiene una economía estable, una se empieza a prostituir”, confiesa una encuestada.

La población lésbica y bisexual tiene mejores oportunidades de empleo, ya que son las menos visibles.

Sobre la autonomía económica de las diferentes poblaciones, se estableció que las personas que tienen dinero no se unen a la población. Sus recursos “compran” el respeto, no se ha visto gente que tenga dinero que haya sido discriminada.

Piden ley para herencias y adopciones

El 85 por ciento de las personas transexuales, lesbianas, gays y bisexuales (TLGB) demanda medidas legales para que puedan acceder a la herencia de sus parejas, cambiar su nombre y adoptar hijos.

Según la investigadora Carmen Sánchez, el derecho a gozar de la seguridad social de corto y largo plazo guarda relación con el deseo de gozar del derecho a la herencia.

“Las parejas de la población TLGB no duran mucho tiempo, tal vez porque no hay matrimonio no se aferran a su pareja. El matrimonio es un derecho universal más allá de la orientación sexual o identidad de género”, manifestó.

Un 75 por ciento la población TLGB respalda la elaboración de una ley que les permita la adopción de hijos e hijas.

La distribución por población sobre la percepción de la ley de adopción de hijos guarda correlación directa con la intención de la unión legal.

Si se toma en cuenta las respuestas de acuerdo y totalmente de acuerdo, 9 de cada 10 personas trans, manifiestan la urgencia de contar con una ley para el cambio de nombre y sexo en el carnet de identidad.

Se puede afirmar que 3 de cada 10 personas TLGB, tienen intención seria de unirse legalmente a su pareja.

La población bisexual es la que menos se uniría legalmente a otra pareja del mismo sexo.
VIVIENDA El estudio realizado por Conexión determinó que ocho de cada 100 personas que cambiaron de vivienda, se vieron obligadas a dejar la casa por causa de su orientación sexual.

Un 21 por ciento de la población TLGB fue obligada a dejar una vivienda por causa de problemas de convivencia. La población transexual es la que más dificultades tiene para acceder a la vivienda.

Uno de los factores que incide en el bajo acceso a la vivienda es que el 55 por ciento de las personas con diversa orientación sexual e identidad de género tienen un ingreso entre Bs 715 y Bs 3000  y sólo el 1,5 por ciento tiene ingresos superiores a Bs 6.000.

 El 49,5 por ciento de 632 encuestados mayores de 18 años indicó que vive con sus padres y el 20 por ciento solo(a). El 64 por ciento respondió que recibe ayuda económica de sus padres.

Esto se explica porque el 83 por ciento de la población visible TLGB se encuentra entre los 18 y 29 años.

Las víctimas callan por miedo y por falta de información

Uno de los temas preocupantes que reveló la Encuesta nacional de condiciones de vida, discriminación y derechos de las personas trans, lesbianas, gays y bisexuales es que solo una de cada diez denuncia la violación de sus derechos.

El 50 por ciento de las personas TLGB, aparentemente no acude a denunciar a las instancias pertinentes por desconocimiento de los métodos de resolución de conflictos.

Unos afirman que no hay respuesta positiva y que las autoridades que reciben la queja no hacen nada.

El presidente de la Asociación de Colectivos Transexuales, Lesbianas, Gays y Bisexuales (TLGB), David Aruquipa Pérez, explicó que cerca al 90 por ciento de esta población no presenta su queja a las instancias adecuadas por temor a que su condición de persona TLGB quede al descubierto en los medios de comunicación.

“Los colectivos TLGB, como organizaciones representativas de los intereses de las poblaciones TLGB, han tenido importantes avances en cuanto a su organización, defensa de sus derechos y, en el último periodo, en cuanto a las acciones de incidencia política. Pero lamentablemente la falta de información y políticas sobre los derechos estanca este avance”, aseveró.

Un 50 por ciento de las denuncias de agresiones se realiza ante la Policía y un 15 por ciento ante el Defensor del Pueblo.

La violencia psicológica es la más común en todas las poblaciones y la violencia múltiple es característica en la población transexual.

Más del 80 por ciento de los trans sufre entre violencia física y sexual.

Uno de los problemas que se enfrenta en el país es que distintos esfuerzos institucionales públicos y privados se han visto disminuidos en su potencial de incidencia para la formulación de políticas públicas a favor de estas poblaciones por la incipiente información existente acerca de las condiciones de vida, la discriminación,  exclusión y la vulneración de sus derechos.