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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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EN SU PRIMERA MISA, FRANCISCO INSTÓ A LOS PURPURADOS A TENER "EL CORAJE" DE CAMINAR EN PRESENCIA DEL SEÑOR Y EDIFICAR UNA IGLESIA FUERTE, SINO “NOS CONVERTIREMOS EN UNA ONG PIADOSA”

Papa Francisco señala nuevo camino de la Iglesia católica

Papa Francisco señala nuevo camino de la Iglesia católica



Con un sermón espontáneo, no leído, y en italiano, el nuevo papa Francisco llamó ayer a los 114 cardenales que lo eligieron el miércoles como sucesor de Benedicto XVI, volver a la esencia del cristianismo, a llevar una vida "irreprochable" y a dar la espalda a la mundanidad y a la frivolidad.

Jorge Mario Bergoglio, entró ayer en la capilla Sixtina, donde se ha desarrollado el cónclave de cardenales, vestido de blanco, con la mitra y el báculo. El resto de cardenales vistió también de blanco, con la excepción del bonete rojo.

Francisco se ubicó detrás del altar de la Capilla para dirigir la primera misa de su pontificado,

El primer sermón del papa Francisco se asentó sobre tres pilares: caminar, edificar, confesar. En ese marco dijo que si la Iglesia no proclama a Jesús "nos convertiremos en una ONG piadosa, pero no en la esposa del Señor".

También destacó que cuando los fieles caminan sin la Cruz, edifican sin la Cruz y profesan sin la Cruz, "no somos discípulos del Señor".

"Nosotros podemos caminar todo lo que queramos, podemos edificar muchas cosas, pero si no proclamamos a Jesucristo, la cosa no va. . Cuando no se camina, se detiene todo", afirmó el papa, que habló sin seguir un discurso escrito.

El Obispo de Roma dijo también que hay que edificar sobre la piedra, como Pedro la Iglesia, ya que si no es así, ocurre como las casas que construyen los niños con la arena de la playa, que se las lleva el agua, "todo se destruye porque no tiene consistencia".

Sobre la obligación de proclamar a Jesús, el nuevo papa aseguró que "quien no reza al Señor, reza al diablo, ya que cuando no se proclama a Cristo, se proclama la mundanidad del diablo, del demonio".

A la misa asistieron los 114 cardenales que el miércoles le eligieron pontífice y numerosos purpurados octogenarios.

El nuevo papa reconoció que no es fácil construir, ni caminar, ni confesar y que, a veces, en el camino se producen sacudidas "que nos hacen retroceder".

Asimismo, exhortó a los cardenales a vivir de "manera irreprochable", como Dios le pidió a Abraham que lo hiciera. Porque, tal y como indicó Francisco, quién no reza a Cristo reza al diablo. "Cuando no se confiesa a Jesucristo, se confiesa la mundanidad del demonio", aseguró.

La misa solemne de inicio de pontificado la oficiará el próximo martes, 19 de marzo, festividad de San José, el patrón de la Iglesia, en la plaza de San Pedro del Vaticano.

FRASES DEL PAPA



* "Nosotros podemos caminar todo lo que queramos, podemos edificar muchas cosas, pero si no proclamamos a Jesucristo, la cosa no va. Nos convertiremos en un ONG piadosa, pero no en la Iglesia, la esposa del Señor. Cuando no se camina, se detiene todo"

* “ Quien no reza al Señor, reza al diablo, ya que cuando no se proclama a Cristo, se proclama la mundanidad del diablo, del demonio".

* "Yo querría que todos nosotros, después de estos días de gracia, tuviéramos el valor, realmente el valor, de caminar en presencia del Señor, con la cruz del Señor, de edificar su Iglesia con la sangre del Señor derramada sobre la cruz y de confesar la única gloria, Cristo crucificado. Así la Iglesia irá adelante".

* “Sean irreprochables, tal y como Dios solicitó a Abraham".

* "Cuando no se edifica con piedras, nos pasa lo que les sucede a los niños en la playa cuando hacen castillos de arena".

Bergoglio impone su estilo y rompe con el de la Curia vaticana

En las primeras horas de Pontificado, el papa Francisco –que ha tomado sólo ese nombre, por lo tanto no es Francisco I- ha roto moldes a un ritmo sin precedentes, que permiten esperar un fuerte impacto en el corazón de los fieles de todo el mundo y en el estilo de la Curia vaticana a partir de ahora.

La primera sorpresa fue la noche del miércoles. De regreso a Casa Santa Marta, el papa se negó a utilizar el automóvil del Santo Padre y se subió a un microbús con otros cardenales.

Ayer, en su primera salida fuera del Vaticano para ir a rezar a la basílica de Santa María la Mayor, el papa utilizó un Volkswagen negro de la Gendarmería vaticana en lugar del coche oficial, un Mercedes bastante más grande.

En el camino de regreso al Vaticano dio otra nueva sorpresa. Se paró en la Casa del Clero, cerca de Piazza Navona, para recoger su equipaje en la residencia que había utilizado durante las reuniones de cardenales, anteriores a su entrada en el cónclave.

Pero hizo todavía algo más. Como en todas sus estancias anteriores en esa casa, fue a la oficina de administración a pagar su factura. Todo un mensaje sobre el modo de comportarse de quienes gobiernan.

Los acompañantes y la escolta en esa primera salida fueron reducidos al máximo. La mayor parte de la gente no podía imaginar que el nuevo papa estaba moviéndose en medio del tráfico de Roma.

No era una casualidad. Es un nuevo estilo. El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, manifestó que “la escolta de seguridad está al servicio del papa y no al revés. Por lo tanto se adaptan al estilo pastoral que el papa prefiera”.

Sus colaboradores lo están estudiando con el máximo interés. La Curia vaticana tendrá que adaptarse a una nueva actitud de sencillez, y el ejemplo del papa será útil a eclesiásticos de todo el mundo.

El portavoz del Vaticano informó que la falta de una parte de un pulmón, extirpada hace cuarenta o cincuenta años “no disminuye la capacidad de trabajo del papa Francisco”, como saben quienes le han conocido a lo largo de su vida.

Precisó también que habla cinco idiomas: español, italiano, alemán, inglés y francés.

El papa Francisco fue un niño inquieto y estudioso, que nunca soñó con llegar al Vaticano, y cuya temprana vocación religiosa no le impidió tener un amor adolescente, según recuerdan sus amigos, vecinos y compañeros de colegio de su barrio porteño de Flores, en Buenos Aires. (tomado de abc.es)

Francisco viene de una orden perseguida por la Inquisición

El papa Francisco es el primer papa que pertenece a la Compañía de Jesús (Jesuitas), orden religiosa masculina perteneciente a la Iglesia Católica Romana de profundas raíces vascas y con vocación misionera y pedagógica cultural y científica.

Fue fundada en 1539 en Roma (Italia) por Ignacio de Loyola, un exsoldado de familia noble vasca de Azpeitia (Guipuzcoa), que encontró la fe tras ser herido durante una batalla en Pamplona en 1521, y aprobada por la Santa Sede en 1540, a raíz de la bula del Papa Paulo III "Regimini Militantes Ecclesiae".

Tiempo después mirando hacia su juventud, Ignacio dijo de sí mismo: "Fui un hombre dedicado a la vanidad del mundo, para quien el mayor placer eran las artes marciales, con el vano deseo de adquirir celebridad".

Los jesuitas tienen una estructura de tipo casi militar (obediencia absoluta), una misión clara (la mayor gloria de Dios), una total despreocupación por los éxitos mundanos (deseos vanos)

Con el lema latino "Ad maiorem Dei gloriam" (A la mayor gloria de Dios), la orden jesuita se propone difundir la fe católica a través de las misiones, el apostolado, la enseñanza y la ciencia.

La Compañía de Jesús tuvo un papel decisivo durante la Contrarreforma, la reacción de la Iglesia a la reforma del protestante Lutero, y relevante fue su papel en el transcurso del Concilio de Trento, entre 1545 y 1563, en el que destacó la participación de los teólogos jesuitas Salmerón y Laínez.

A la muerte del fundador, en 1556, la Compañía se había extendido por todo el mundo al servicio de la Iglesia y del Romano Pontífice.

Los jesuitas además de los tres votos de los religiosos -pobreza, castidad y obediencia-, profesan un cuarto, el de obediencia al Papa, al que se unen de una forma especial.

A lo largo de los más de 400 años de historia, la Compañía de Jesús ha sufrido diversos avatares, por las sospechas que despertaban algunas de sus actividades, como por ejemplo, las misiones en las Reducciones del Paraguay, una especie de comunidades agrícolas que los jesuitas desarrollaron con los indios guaraníes, en los siglos XVII y XVIII.

Los jesuitas tuvieron problemas con la Inquisición; fueron expulsados de Portugal (1559), de Francia (1764) y de todos los dominios del Rey de España Carlos III, en 1767.

En 1773, la Compañía de Jesús fue suprimida por un edicto promulgado por el Papa Clemente XIV y restituída en todo el mundo en 1814 por el Papa Pío VII.

Una vez restaurada, la Orden continuó su expansión, también en España, de donde en el siglo XIX fue suprimida en cinco ocasiones y disuelta en el siglo XX, cuando en 1932 el gobierno de la Segunda República, declaró inconstitucional el voto especial de obediencia al Papa. En 1938, los jesuitas recobraron en España la situación jurídica anterior a la Constitución de 1931.